Por Café con Voz
Ya hay fecha en el calendario para darle seguimiento a la crisis sociopolítica de Nicaragua en el seno del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA): miércoles 24 de junio a las 10:00 hora de Washington, Estados Unidos.
Será una sesión virtual donde se tratarán varios temas pendientes en ese foro, incluyendo el caso de la violación permanente de derechos humanos en Nicaragua, según la convocatoria y agenda enviada por el presidente del Consejo Permanente, Leon Charles, representante permanente de Haití ante la OEA.
Carta Democrática a la vista
La reunión se da a petición expresa del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien invocó el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana sobre el caso de Nicaragua, la recurrente y sistemática violación de los derechos humanos de la mayoría de los nicaragüenses bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Almagro solicitó que se convoque a la Asamblea General, a un periodo de sesiones extraordinario para darle seguimiento al artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana para darle seguimiento al tema de Nicaragua.
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En su comunicación, planteó para el caso Nicaragua: re-encauzar el orden constitucional por la vía electoral, mediante un indispensable proceso de reformas político-electorales, en un marco definido de diálogo que incluya a todos los sectores políticos y sociales, para convenir una ruta que garantice elecciones libres, justas y transparentes, no sin antes retomar el respeto a los derechos humanos como eje principal de la solución.
La reunión será transmitida -con interpretación en español, inglés, francés y portugués- en directo a través de la página web, Facebook y YouTube de la OEA.
Legado sangriento de la dictadura
Nicaragua sufre una prolongada crisis sociopolítica y económica desde abril de 2018, cuando millones de personas salieron a las calles a exigir la derogación de una reforma al Seguro Social que pretendía despojar de derechos y beneficios a los cotizantes y jubilados.
Pronto el reclamo social giró a la demanda de respeto por los derechos humanos y políticos secuestrados por la dictadura desde 2007, pero la reacción del régimen fue violenta con una campaña de represión armada que causó más de 328 asesinatos, miles de heridos, secuestrados, torturados y más de 100,000 personas al exilio por la persecución política.
Desde entonces, la dictadura ha sometido bajo un férreo y brutal sistema de acoso, persecución y ataque a todos los sectores sociales del país, ganándose el desprecio internacional y la alarma mundial por la cantidad de abusos cometidos a diario por la Policía al servicio del régimen y cuerpos de paramilitares armados por el gobierno, bajo complicidad de las fuerzas armadas.
Además, el régimen se negó a discutir cualquier reforma electoral que garantice elegir libremente al pueblo nicaragüense a sus dirigentes, ya que desde el año 2008 el partido de la dictadura, FSLN, se apropió de los principales poderes del Estado para cometer fraudes electorales y garantizar a la dictadura en el poder.