Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, reapareció este jueves, cumpliendo ocho días desde que la Guardia Sandinista decidió retenerlo en la Curia Episcopal de Matagalpa.
A través de su acostumbrado programa “Pastoreo, Comunión y Oración”, Álvarez aseguró que se encuentra bien de salud, junto a otras once personas que también permanecen arbitrariamente retenidas por la Policía, incluyendo a seis sacerdotes.
“Hoy, día de Jesús Sacramentado. La vida de nosotros, que estamos en la Curia Episcopal de Matagalpa, en el corazón de la Capilla, están en las manos del Señor. Estamos en las manos de Dios. Queremos hacer solamente su voluntad y darle la gloria a él”, afirmó Álvarez en su homilía.
“Nos encontramos bien de salud, viviendo en comunidad y en familia, rezando, celebrando la eucaristía, dialogando, con fuerza interior, con paz y serenidad; con una alegría en la conciencia que solo puede proceder de Dios. Es una paz sobrenatural y estamos experimentando un retiro en la presencia del Señor”, añadió Álvarez.
Agradece muestras de cercanía
El Obispo de Matagalpa aprovechó para agradecer a la feligresía por las oraciones y muestras de cercanía.
“Queremos agradecer las miles y miles de plegarias que siguen elevando por nosotros, los ayunos, las penitencias, el Santo Rosario. Queremos ofrecerle al Señor toda esta experiencia; las experiencias dolorosas no caen en vano o en el vacío. Estas experiencias se ofrecen al Señor y él las retorna en bendiciones para nosotros”, expresó.
Además, el religioso expresó que “el odio destruye a la persona que lo alberga” y señalando que el bien siempre vence sobre el mal.
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“El mal es ruidoso, siempre trata de confundir haciendo pensar que es el que vence y que es mayor que el bien, pero esa es una tentación de satanás para desesperar al hombre o la mujer de buena voluntad”, dijo.
A la vez, llamó al pueblo nicaragüense a no perder la esperanza y expresó que la situación que enfrenta la ofrece a Dios por la bendición de todos.
“Un pueblo sin esperanza, es un pueblo autosepultado, o que piensa que ya no tiene futuro. La desesperanza también debe ser rechazada de nuestros corazones”, añadió.
Dictadura se inventa delito de «lesa espiritualidad»
El pasado 5 de agosto, la vicedictadora y vocera gubernamental de Nicaragua, Rosario Murillo, amenazó con cárcel al Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, quien permanece sitiado por la Policía Sandinista en la Curia de Matagalpa, a la vez que aseguró que el jerarca cometió “delitos de lesa espiritualidad”
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“Todos hemos conocido a lo largo de nuestras vidas como instituciones que merecen respeto y generar descrédito hacia esas instituciones que merecen respeto también es un delito, es pecado de lesa espiritualidad», aseveró Murillo, quien chifleteó a Álvarez con términos como «bufón» y «fantoche».
Posteriormente la dictadura ordenó “curia por cárcel” en contra el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, contra quien anuncian una “investigación” por delitos inventados como la incitación de “actos de odio” y generar “zozobra”.
“Prevaliéndose de su condición de líderes religiosos, utilizando medios de comunicación y redes sociales, están intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio contra la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y acatar a las autoridades constitucionales”, señala un comunicado de la Guardia Sandinista.