El dictador Daniel Ortega, descartó un posible diálogo con Estados Unidos, porque para él es «para ponerse la soga al cuello». El anuncio lo hizo en medio de un palabrerío revuelto de historia antigua, con ofensas e improperios contra «el imperio yanqui» la iglesa católica y Europa, en la celebración del 43 aniversario de la revolución sandinista.
«Es imposible el diálogo, los diálogos son para ponerse la soga al cuello y que uno mismo se ponga la soga al cuello», aseguró el dictador mientras daba una especie de clase de historia personalizada a Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, que fue la figura más «importante» o de «peso» en el acto.
«¿Qué diálogo puede haber con el diablo?», se preguntó en otro momento el tirano, durante en el instructivo que le brindó a Gonsalves, mientras un reducido grupo de miembros de la Juventud Sandinista, funcionarios del Estado y algunos invitados “especiales», que le acompañaban eran ignorados por el vetusto Ortega.
Lo que no dijo Daniel Ortega es que su hijo Laureano Ortega, fue delegado por él en meses pasados para buscar un acercamiento con Estados Unidos, según dio a conocer The New York Times. A esto se suma el hecho de que el repetidor de Rosario Murillo, en Radio La Primerísima, William Grigsby, meses atrás dijo que si Ortega buscaba un diálogo «es con los gringos, con los dueños del circo, no con los payasos”.
«Como dice el Ché, a los yanquis, al imperialismo no se le puede creer ni tantico así, porque te acaba», añadió el responsable de la muerte de más de 355 personas, centenares de secuestrados políticos y miles de exiliados desde abril de 2018. A 43 años de la tragedia histórica de Nicaragua
Dentelladas por doquier
Ortega acusó a Estados Unidos de querer imponer su política de asesinar, bombardear y querer ver a otros países, como China, sin crecimiento económico.
En su intervención también atacó a la Corona Española, a la Iglesia Católica y su alta jerarquía tras acusarlos de callar y ser cómplices de los asesinatos de millones de personas.”Mataron a millones, todo eso con la bendición de las diferentes iglesias, iban con la cruz y la espada. Ahí no había ningún Papa criticando la matanza”, afirmó el dictador.
En su discurso también atacó a la Corona Española, a la Iglesia Católica y su alta jerarquía tras acusarlos de callar y ser cómplices de los asesinatos de millones de personas.”Mataron a millones, todo eso con la bendición de las diferentes iglesias, iban con la cruz y la espada. Ahí no había ningún Papa criticando la matanza”, afirmó el dictador.
El incoherente Daniel Ortega también mezcló épocas en donde aludió siempre al “yanqui invasor”, de quien refiere era entrenador de Anastasio Somoza a quien llamó víbora, Judas e hijo de…
El acto se caracterizó por la ausencia de mandatarios de la región y de los aliados de la dictadura, pese a que Rosario Murillo, previo a esta fecha, anunció que recibirían a 227 invitados especiales de distintos países; los grandes ausentes fueron sus principales cómplices, los dictadores Miguel Díaz Canel y Nicolás Maduro, ambos de Cuba y Venezuela , respectivamente.