El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, llamó a los creyentes a no caer en protagonismos ni dejarse absorber por ideologías.
“Creyendo que estamos luchando por una nueva sociedad, en el fondo, podríamos estar buscando protagonismo. Convencidos de que denunciamos el pecado social en nombre de Dios, podríamos ser fanáticos de una ideología o estar movidos por el resentimiento o el egoísmo”, dijo el jerarca en su homilía dominical.
Báez criticó las acciones de “gente generosa” que lucha contra la dictadura que muchas veces actúa con el mismo autoritarismo del régimen.
“Muchas veces, gente generosa que lucha contra regímenes opresores, termina actuando con el mismo autoritarismo que pretende cambiar. Para los cristianos, no basta hablar y decir cosas. Hay que discernirlo todo a la luz de la palabra de Jesús, para tomar distancia de la realidad, examinarnos por dentro y purificar el corazón”, señaló.
Báez hizo referencia al Evangelio de Lucas, capítulo 10, en el que Jesús llega a la casa de Marta y María. Apenas llegó Jesús, Marta hace todo lo posible por atenderlo de la mejor manera: va de un lado para otro, limpia la casa, enciende el fuego en la cocina, prepara la comida, pone la mesa, Se da prisa, se preocupa para que todo esté listo y lo mejor posible. Quiere acoger de la mejor manera a Jesús.
La otra hermana, María, en cambio, “se sentó a los pies de Jesús y escuchaba su palabra”
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“Llega un momento en que Marta, desbordada por tanto quehacer y dolida con su hermana que no le ayuda, se queja ante Jesús. Lo que Jesús critica de Marta es que está desbordada y ansiosa por su frenética actividad, a tal punto que lo ha descuidado a él”, expone.
El jerarca expresó que los cristianos no deben estar enfocados solo en lo que pueden hacer sin saber el por qué y que por esta razón, es importante “saber detenerse”.
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“Debemos aprender a detenernos y hacer silencio, para escuchar al Señor, aunque sea unos minutos cada día. Necesitamos encontrar tiempo para estar aparte, a solas con Jesús, para volver luego, con serenidad y eficacia, a las cosas de todos los días”, señaló.
“Metidos en mil cosas, podemos desatender a quienes conviven con nosotros y perder sensibilidad para ver sus necesidades”, añadió.
El jerarca también señaló que los religiosos también son absorbidos por el trabajo y que no se debe descuidar la vida de oración.
“Debemos unir estas dos actitudes: por una parte, “estar a los pies” de Jesús, para escucharlo mientras nos desvela el secreto de cada cosa; por otra, ser premurosos y dispuestos a servir y ayudar con generosidad a nuestros hermanos”, concluyó.