Un total de 1,118 de casos de COVID-19 reconoce el Minsa que se han presentado en Nicaragua, según el Ministerio de Salud de la dictadura que dio un reporte semanal que afirma que 46 personas han perdido la vida por esa causa, desde que se registró el primero caso, el 18 de marzo.
Carlos Saenz, que hace de secretario del Minsa, dijo que el reporte del período del 26 de mayo al 2 de junio, da cuenta de un incremento de 359 nuevos casos, los que sumados a los 759 que habían hasta el último reporte totalizan 1,118 en todo el país.
Además el Minsa reconoce 1,096 casos sospechosos y reportan 691 personas recuperadas.
Estas cifras contrastan con las del Observatorio Ciudadano, que en su último informe del pasado 27 de mayo, reporta un acumulado de 3.725 personas afectadas en todos los departamentos y regiones autónomas (en 101 municipios). Se registran 1.396 nuevos casos, lo que representa un 60% de incremento en el período.
En cada uno los reportes semanales, los números han aumentado consecutivamente los contagios y muertes asociadas al COVID-19, la dictadura no acepta que el país haya entrado a la fase de transmisión comunitaria del virus, como lo determinó la propia Organización Panamericana de la Salud.
Según ese organismo, el contagio comunitario, ya es “muy difícil de controlar”, y llamó a la dictadura a implementar de inmediato medidas de distanciamiento social, como una cuarentena, para disminuir los contagios y muertes.