La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hizo público algo que afirman es el “Libro blanco” sobre el manejo que le han dado al Covid19 “una estrategia singular”, en el cual repiten las mentiras que han pregonado desde antes que decidieran oficializar el primer caso de coronavirus el 18 de marzo de éste año.
El documento divulgado en páginas del oficialismo, según su autora, Rosario Murillo, “contiene un análisis de las políticas públicas, presentando una visión del modelo de salud de Nicaragua, como un modelo único en el mundo, basado en la realidad y condiciones del país, que atiende con un enfoque preventivo a personas, familias y comunidades con acciones proactivas”.
En el documento fechado en «mayo de 2018», agregan que en ese modelo tienen “una estrategia de equilibrio entre la Pandemia y la Economía, luchando vigorosamente contra el Coronavirus y la COVID-19 sin cerrar nuestra economía. La política se basa en el hecho de que el 40% de la población vive en el campo y el 80% de los trabajadores del área urbana pertenecen al sector informal y ganan su sustento diario”.
«Descabellado resumen de mentiras»
El doctor Javier Núñez, miembro de la Unidad Médica Nicaragüense, dijo que luego de leer el documento que el contenido es “totalmente irresponsable, descabellado, inaudito y sin sustento”.
La dictadura ha hecho todo lo contrario a lo que la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, han recomendado en cuanto al aislamiento social y quedarse en casa para evitar más contagios. Tanto la OMS como la OPS, han mostrado su preocupación por la forma irresponsable en que Ortega y Murillo, han decidido enfrentar la pandemia, porque consideran “inadecuadas” las acciones que defienden en su “estrategia singular”. Las clases del sistema público no se han suspendido.
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En lugar de eso han propiciado el contagio con todo tipo de actividades políticas, deportivas, culturales, económicas, religiosas y sociales, en una clara intención de poner en práctica la “inmunidad de rebaño”, ejercida en países como Suecia, con un sistema de salud robusto y recursos ni siquiera parecidos al decrépito sistema nicaragüense.
“Lo que vemos es un resumen de las mentiras que han dicho y que han puesto en práctica en los últimos meses, aún cuando la realidad nos dice que la curva de ascenso está avanzando, hay más enfermos, hay más muertos y hay un caos en el sistema de salud”, dijo Núñez.
El dolor de las sanciones
El documento de 75 páginas elaborado por Murillo, afirma que están defendiendo la recuperación económica de una economía debilitada “por el intento de golpe de Estado de abril de 2018”, que continúa bajo ataque por campañas de noticias falsas (“fake news”) y desinformación, “así como ilegales medidas coercitivas”.
Agrega que el país ha estado bien preparado para esta lucha contra la COVID-19, debido al fortalecimiento del sistema de salud (2007-2020); la preparación desde enero del 2020, dos meses antes de la aparición del primer caso y el conjunto de acciones emprendidas.
Eso explica el colapso del sistema de salud, con saturación de camas, falta de equipos adecuados para el personal que ha sido contagiado, un aumento de muertes y entierros express, en diversas partes del país.
Repiten las falsedades de sus “reportes” semanales
Murillo afirma en su llamado Libro Blanco, que como parte del Protocolo diseñado por el Minsa, en Nicaragua se ha atendido y dado seguimiento a 470 personas sospechosas o que han tenido contacto con los casos confirmados en el país.
El Observatorio Ciudadano, informó que hasta antes del fin de semana, había 2,323 casos sospechosos de Covid19 en todo el país y unos 467 fallecidos por esa causa a nivel nacional.
Además, un número superior a 42 mil viajeros internacionales fueron sujetos de vigilancia por 21 días para detectar posibles casos de Covid19 y han hecho 4.6 millones de múltiples visitas “educacionales casa a casa, fueron realizadas en un país de 6.2 millones de habitantes, por 98,224 voluntarios para promover la salud familiar y comunitaria”.
Las visitas no las ha recomendado la OMS y OPS, porque no las consideran adecuadas. Además se realizaron después de que los “promotores” participaron en actividades masivas, en donde posiblemente se contaminaron del coronavirus. El documento no recoge la cantidad de casas en las que los rechazaron.
De igual forma el libro de Murillo asegura que realizaron “una intensa campaña informativa en los medios acerca de las medidas de prevención, divulgación de los síntomas y actuación ante la enfermedad, también se ha creado un Centro Nacional de Información que cuenta con una línea telefónica gratuita en la cual personal preparado y médicos despejan cualquier duda que pueda tener la población y la orienta adecuadamente sobre cómo actuar ante la pandemia”.
Las campañas a las que se refiere Murillo, solo se han divulgado en medios de su propiedad o afines a la dictadura, sin mayor impacto y a las “conferencias de prensa” del Minsa para leer los reportes que ordena Murillo, no son invitados los medios independientes.
En ninguna parte del «Libro Blanco» de Murillo se reconoce la transmisión comunitaria que existe en el país desde hace casi dos meses, pero que dibujan como “brotes a través de contactos claramente establecidos”. Para derrumbar cualquier duda al respecto, este mismo lunes, la OPS, en sus informes refieren que en Nicaragua hay transmisión comunitaria.
“En síntesis, Nicaragua, el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe, ha estado preparada para enfrentar la pandemia de la COVID-19 y cualquier otra similar”, concluye Murillo en el “Libro blanco”.
“Es realmente bochornoso ver éste tipo de conclusiones, hechas lejos de la verdad, lejos del sufrimiento del pueblo nicaragüense expuesto a la pandemia y al personal médico que está en la primera fila de combate”, dijo el doctor Núñez de la Unidad Médica Nicaragüense.