Este 7 de noviembre se consuma el fraude electoral en la farsa montada por la dictadura de Daniel Ortega para perpetuarse en el poder, marcado por una víspera en la que incrementó la vigilancia política y la coacción del voto.

La organización de observación civica Urnas Abiertas, detalló que existe un fuerte resguardo policial y militar a algunas casas del partido Frente Sandinista.

“Además se supo del involucramiento de otras entidades públicas en los traslados de material electoral, a pesar de no haber sido oficializada su participación por el CSE”, señaló.

Entre el 1 de octubre de 2020 y el 31 de octubre de 2021 hemos registrado 1.656 hechos de violencia política a través de nuestro Observatorio de Violencia Política, en colaboración con el Monitoreo Azul y Blanco.

También se conoció de incremento de violencia política, asedios focalizados, hostigamientos, citatorias y amenazas en los días previos a las elecciones.

“Estos asedios focalizados duran algunos días e incluyen hostigamiento policial y parapolicial, citatorias por la Policía o el Ministerio Público y detenciones durante horas o hasta días. Durante el período que dura la detención las personas son sometidas a interrogatorios y reciben amenazas de ser criminalizadas por la Ley de Ciberdelitos y por delitos electorales al llamar al no voto”, señala el informe.

Distribuidora eléctrica involucrada en violencia política

Algunas empresas vinculadas al régimen de Daniel Ortega han obligado a sus trabajadores a acudir a votar por el actual dictador.

Urnas abiertas señala que la Distribuidora Energética de Nicaragua es una de ellas.

“Empresa involucrada en la atención y prestación del servicio de energía eléctrica de la Compañía de servicios públicos de electricidad Disnorte-Dissur, indica a sus trabajadores que el voto es de “estricto cumplimiento”, entregando horarios e indicaciones que incluyen enviar una foto con el dedo manchado”, detalla el informe. De igual manera, se han reportado inexplicables apagones en zonas del Caribe y Occidente del país.

Incremento de violencia y vigilancia

A partir del 3 de noviembre, se ha reportado incremento en la vigilancia policial y paramilitar en las calles de los departamentos de Managua, Masaya, Nueva Segovia, Matagalpa, Rivas y Carazo.

También se recibió información de dos detenciones arbitrarias, hostigamiento, allanamientos, confiscaciones ilegales, restricciones migratorias, amenazas, órdenes de captura y agresiones físicas en Managua, León, Masaya, Madriz, Granada, Jinotega, Estelí, Nueva Segovia, Matagalpa y la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.

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El 5 de noviembre se recibió información de asedio focalizado en el departamento de Madriz contra liderazgos opositores. Así como la participación del Ejército en rondas de vigilancia en La
Dalia, Matagalpa. También se tuvo conocimiento de que la Policía ha girado orden de aumentar el hostigamiento contra “objetivos blancos connotados”, forma en la que se refieran a personas opositoras.

Coacción del voto

El informe señala que no ha habido respeto al silencio electoral, que existe un plan de movilización para las elecciones impulsado por el FSLN que consiste en una ronda de visitas casa a casa

A pesar de que la campaña electoral finalizó el pasado miércoles, el silencio electoral ha sido irrespetado por el FSLN, observándose diferentes estrategias para coaccionar a las personas a votar este 7 de noviembre, entre las que se encuentran:

“En estas visitas se les entregó una esquela a cada persona que indica el CV y JRV donde le corresponde votar, en algunas ocasiones les recuerdan que han sido beneficiadas con programas sociales y por eso deben acudir a las urnas”, añade el informe.

Aseguran además, que el FSLN está prometiendo 500 córdobas a las personas que voten a su favor.

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