México y Argentina van a definir su posición definitiva sobre el salvaje incremento de la represión de Ortega, que ha encarcelado a precandidatos presidenciales opositores, ambos gobiernos citarán a sus embajadores en Nicaragua para que les actualicen la situación que vive este país centroamericano.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, dijo en una rueda de prensa que su gobierno y el de Argentina están “muy preocupados” por la grave situación que atraviesa Nicaragua a menos de cinco meses de realizarse las votaciones para escoger presidente, vicepresidente, diputados nacionales y ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El pasado 21 de junio, ambos países convocaron a sus embajadores en Nicaragua para que les informaran sobre lo que acontece en el país centroamericano, luego de que las dos naciones se abstuvieran de votar a favor de una resolución de condena de parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante la oleada represiva de Daniel Ortega en contra de la disidencia.
Será hoy, lunes, 5 de julio de 2021, que ambos gobiernos definan su postura conjunta en torno a Nicaragua, luego de que los cancilleres de México y Argentina escuchen en voz de sus embajadores en Managua, la actualización de la situación que se vive.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reaccionó ante la situación que vive Nicaragua y dijo que no debe de haber represión.
“Consideramos que se deben de garantizar las libertades y que no debe de haber represión. En ninguna parte, ni en Nicaragua, ni en Colombia, ni en ningún país del mundo, se debe optar por la fuerza”, dijo el 25 de junio.
Los dos países bajo administraciones de izquierda se habían reservado de opinar sobre la situación que vive Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega, bajo el argumento de no intromisión en los asuntos internos de las naciones, además, se han ofrecido para ser mediadores en una posible negociación entre Managua y Washington para buscar una solución a la grave crisis que vive este país, sin embargo, Ortega ha arreciado su discurso antiimperialista en contra de la administración de Joe Biden y la Unión Europea (UE).
La comunidad internacional alista un paquete de sanciones para presionar a Ortega a realizar elecciones libres y transparentes, mientras el régimen sandinista responde con más violencia y secuestros en contra de periodistas, defensores de derechos humanos y líderes políticos.
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