Washington, 18 sep (EFE News).- Estados Unidos descertificó a Bolivia y Venezuela por incumplir de «manera desmostrable» sus compromisos internacionales de combatir el narcotráfico y amenazó por segunda vez con aplicar esta medida a México, a menos que demuestre «avances considerables» en esta materia el próximo año.
La decisión está contenida en un memorándum enviado por el presidente estadounidense, Donald Trump, al secretario de Estado, Mike Pompeo —y difundido este viernes—, en el que identifica a un grupo de 22 países como las principales rutas de tránsito de estupefacientes o de su producción ilícita.
En concreto, el gobernante estadounidense menciona a Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.
«La presencia de un país en la lista precedente no constituye necesariamente un reflejo de los esfuerzos que realizan sus Gobiernos contra el narcotráfico, ni del nivel de cooperación con Estados Unidos», aclaró Trump en su comunicación.
MADURO, «CABECILLA DEL NARCOTRÁFICO»
Al repasar la actuación de los países incluidos en el listado, en su mayoría de América Latina y el Caribe, Trump se refirió al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como «dictador» y lo acusa de ser «el cabecilla del narcotráfico más implicado de este hemisferio».
«El narcorrégimen ilegítimo de Maduro debe responder ante la justicia por sus delitos», sentenció el presidente de EE.UU., quien señaló que en marzo pasado el mandatario venezolano fue procesado en un tribunal estadounidense «por narcoterrorismo y conspiración para el contrabando de cocaína hacia EE.UU.» y que en respuesta el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que permita su detención o condena.
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Trump puntualizó que su país «seguirá apoyando al pueblo venezolano, al presidente interino Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional democráticamente electa» y trabajará junto al «legítimo Gobierno interino de Venezuela para detener el narcotráfico y acabar con los actores delictivos que se han aprovechado de ese país».
BOLIVIA, CULTIVOS DE COCA POR ENCIMA DE LÍMITES LEGALES
Con respecto a Bolivia, Trump aseguró que si bien desde la renuncia del expresidente Evo Morales, en noviembre de 2019, se ha «intensificado» la cooperación entre ambos países, el Estado boliviano «ha adoptado medidas insuficientes para preservar los mercados lícitos de coca de la explotación con fines colectivos».
«El cultivo de coca sigue superando los límites legales establecidos en las propias leyes internas de Bolivia para usos medicinales y tradicionales», detalló el memorándum de la Casa Blanca que, sin embargo, reconoce los «importante esfuerzos en la interceptación de cargamentos de drogas» y la reanudación de los pedidos de extradición de narcotraficantes por parte del Gobierno de transición.
En ese contexto, anticipó que si el Gobierno boliviano, incluida la Asamblea Legislativa, adopta «medidas suficientes de acá a un año» y mantiene los «avances logrados en los últimos 10 meses», considerará la posibilidad de retirar el próximo año a Bolivia de la lista de países que no han cumplido con sus responsabilidades antidrogas.
El pasado 29 de julio, la Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló en su informe anual que los cultivos de coca en Bolivia aumentaron un 10 % en 2019 en relación al año anterior y con efectos en áreas naturales protegidas.
Según el representante de la UNODC en Bolivia, Thierry Rostan, la superficie cultivada pasó de 23,100 a 25,500 hectáreas el año pasado.
MÉXICO, SEGUNDO AÑO BAJO LA LUPA
Sobre México, Trump apuntó que a menos que ese Gobierno «demuestre avances considerables» el próximo año «respaldados por datos verificables», estará «ante un riesgo considerable» de que se determine que «ha incumplido de manera demostrable sus compromisos internacionales sobre control de drogas».
Al repasar las acciones adoptadas, Trump destacó que este año su vecino aprobó reformas en materia de confiscación de activos, realizó más extradiciones de «peligrosos narcotraficantes» a EE.UU. y formuló una estrategia antinarcóticos, pero observó que si bien son señales de avance, «todavía es mucho más lo que se debe hacer».
Entre otras consideraciones, el gobernante estadounidense señaló que México «sigue siendo la fuente principal de casi la totalidad de la heroína y las metanfetaminas que se confiscan en Estados Unidos, y una vía de tránsito para gran parte de la cocaína» que llega a su país.
En ese contexto, pidió al Gobierno mexicano «reconocer la tendencia alarmante en la producción de fentanilo en su territorio» y combatir la «producción creciente» de metanfetaminas.
COLOMBIA, UN ALIADO CON CULTIVO Y PRODUCCIÓN «INACEPTABLEMENTE ALTOS»
Trump destacó en su evaluación sobre Colombia que el presidente de ese país y su Gobierno «siguen siendo firmes aliados de Estados Unidos», al tiempo que resaltó la labor de la Policía y las Fuerzas Militares de ese país para interceptar cargamentos de alcaloides y erradicar cultivos manualmente.
«No obstante —añadió—, el cultivo de coca y la producción de cocaína se mantiene a niveles inaceptablemente altos».
De allí que Trump afirmó que para cumplir el «objetivo común» de reducir en los próximos cinco años a la mitad los cultivos de coca y reducir en el mismo porcentaje la producción de cocaína a fines de 2003, «Colombia debe retomar la erradicación aérea», como una «herramienta irreemplazable del arsenal del Gobierno».
El informe anual de la UNODC reveló el pasado 17 de junio que los cultivos de coca en Colombia se redujeron un 9 % en 2019, al pasar de 169,000 hectáreas sembradas en 2018 a 154,000.
Para Trump también es «sumamente preocupante que el cultivo de coca y la producción de cocaína sigan estando próximos a niveles históricos en Perú», país que describió como «otro aliado de EE.UU. de larga data».
El Gobierno de Perú expresó a finales de julio su disconformidad con un informe de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), que calcula en 72,000 las hectáreas sembradas de coca en ese país y en 704 toneladas métricas su producción de cocaína.
De acuerdo con el estudio, la superficie cocalera de Perú aumentó un 38 % en 2019 respecto al año anterior y un 40 % su producción de cocaína.
En su declaración, Trump instó al Gobierno peruano «a reanudar las operaciones de erradicación en las regiones del país con alta producción de cocaína, incluido el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro».
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