Diez días después de su elección, el papa León XIV empezó formalmente su pontificado el domingo 18 de mayo, celebrando la tradicional misa de entronización en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, frente a decenas de miles de feligreses.

Fiel a la doctrina social de la Iglesia, que defiende desde su ascensión al trono de San Pedro el 8 de mayo, el nuevo pontífice criticó un sistema económico desigual, que explota los recursos del planeta y excluye a los más pobres.

“En nuestro tiempo, seguimos viendo demasiadas discordias, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo al otro, por un paradigma económico que explota los recursos de la Tierra y marginaliza a los más pobres”, denunció el papa en su homilía, declarada en italiano, pero retransmitida a través todo el planeta.

Llamado a la paz mundial

En un llamamiento a la paz mundial, el papa abogó por una Iglesia católica unida. “Quisiera que el primer gran deseo fuera una Iglesia unida, signo de unidad y de comunión”, subrayó. Según el nuevo pontífice, esta unidad debe abrir el camino “a un mundo reconciliado”.

El papa de 69 años también llamó a la “caridad” en lugar de “encerrar a los demás en la dominación, la propaganda religiosa o los medios del poder”.

Primer baño de multitudes con decenas de miles de miles de feligreses
El papa León XIV empezó este día protocolario rezando ante la tumba de San Pedro, el apóstol y primer pontífice de la historia. Después, entró en la plaza de San Pedro en procesión con los patriarcas orientales.

Antes de la misa, el primer papa estadounidense de la historia, tuvo también su primer baño de multitudes en papamóvil, con las decenas de miles de feligreses reunidos en la plaza de San Pedro. Según la agencia de noticias Reuters, unos 200.000 feligreses asistieron a la ceremonia.

De pie y sonriente, saludó y bendijo a la multitud que le aplaudía, algunos gritando su nombre, otros ondeando banderas de sus países de origen o grabándole con sus smartphones.

El Santo Padre pareció emocionado al recibir los emblemas papales, el palio, una banda de tela que se lleva sobre la casulla, y el anillo del pescador, un anillo que simboliza la entronización papal.

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