Ricardo Martinelli, el expresidente de Panamá, acusado y condenado por lavado dinero y corrupción en su país, viajó el sábado a Colombia, donde recibió asilo tras abandonar la embajada de la dictadura sandinista en Panamá, en la que permanecía refugiado desde febrero de 2024 después de ser declarado culpable.

«El Gobierno de la República de Colombia, mediante una nota formal dirigida por el presidente de la República de Colombia, su excelencia Gustavo Petro Urrego, al señor presidente de la República de Panamá, su excelencia José Raúl Mulino Quintero, ha concedido asilo al ciudadano panameño Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, expresidente de Panamá, y quien hasta la fecha se encontraba asilado en la Embajada de la República de Nicaragua en la ciudad de Panamá», detalló el Ministerio de Relaciones Exteriores panameño en un comunicado.

En respuesta a esta solicitud, el Gobierno panameño «otorgó el salvoconducto necesario para la pronta y segura salida del asilado, el ciudadano panameño Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, expresidente de la República de Panamá, por medio de un aeropuerto local para dirigirse en auto diplomático desde la Embajada de la República de Nicaragua en la ciudad de Panamá y luego en avión rumbo al territorio de la República de Colombia».

La Cancillería panameña destacó además que esta decisión “permite cumplir plenamente con las obligaciones establecidas en la Convención sobre Asilo de 1928 y la Convención de Asilo Político de 1933”, instrumentos internacionales suscritos por Panamá, Nicaragua y Colombia.

«Feliz y contento»

“Feliz y contento porque estoy ya en Bogotá, donde recibí asilo político al ser un perseguido politico”, escribió Martinelli cerca de la medianoche en su cuenta de X.

Agradeció al gobierno colombiano y a su presidente, Gustavo Petro, por haberle concedido protección, así como al gobierno nicaragüense, su mandatario, Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo, por los 16 meses que permaneció asilado en su embajada, donde “gracias a ellos pude salvar mi vida”, concluyó en un siguiente mensaje.

La dictadura sandinista le había otorgado asilo a Martinelli en febrero de 2024, pero no fue hasta marzo pasado que Panamá le dio el salvoconducto por razones humanitarias. Sin embargo, la salida del exgobernante no se pudo concretar a la nación centroamericana, que frenó la medida.

El gobierno nicaragüense exigió a Panamá que esclareciera lo que llamó “incongruencias”, en referencia a que una jueza panameña había pedido a la Interpol que emitiera una alerta roja de captura contra el exmandatario.

Martinelli, de 73 años, fue condenado a 10 años de prisión por blanqueo de capitales en julio de 2023 en relación con la compra de un grupo editorial. Luego de la confirmación de esa sentencia, el expresidente se refugió en la sede diplomática nicaragüense luego que el gobierno del presidente Daniel Ortega le concediera asilo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *