La Corte Suprema de Justicia de Panamá avaló el viernes 3 de mayo la candidatura presidencial de José Raúl Mulino, quien sustituyó al exmandatario Ricardo Martinelli y lidera las encuestas de intención de votos.

El tribunal rechazó una demanda que pedía anular su postulación para las elecciones del domingo.

El fallo mayoritario del máximo tribunal despejó a dos días de la votación el camino para Mulino, de 64 años, quien en marzo recibió la autorización de las autoridades electorales para reemplazar en la fórmula de los partidos Realizando Metas y Alianza a Martinelli.

El expresidente fue inhabilitado tras confirmarse una condena en su contra de más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales, y está refugiado en la embajada de Nicaragua.

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Un debate inútil sobre Mulino

Los magistrados desecharon la demanda contra la postulación de Mulino que había presentado la abogada Karisma Etienne Karamañites, a título personal.

Ella argumentó que quien fuera aspirante a vicepresidente con Martinelli no podía ser elegible como presidente porque su postulación no fue sometida a primarias en el partido Realizando Metas.

Otros juristas también alegaron que permitir a Mulino presentarse en los comicios, sin acompañante en la boleta iba en contra de lo que establece la Constitución.

“Lo que ha movido a este tribunal constitucional en el momento histórico en que nos encontramos es defender nuestra democracia así como la institucionalidad, la paz social, el derecho a elegir y ser elegido”, dijo la magistrada presidenta de la Corte, María Eugenia López.

Entre corrupción y escándalo

El fallo lo avalaron ocho de los nueve magistrados.

El magistrado encargado del trámite de la demanda, Olmedo Arrocha, dijo la semana anterior que en el periodo de recepción de alegatos habían recibido 71 argumentos favorables a que Mulino siguiera en carrera y 17 en contra.

Mulino, un abogado y exministro de Seguridad en el pasado gobierno de Martinelli (2009-2014), se había encaramado rápidamente en las preferencias electorales gracias a Martinelli.

El expresidente, un magnate de los supermercados que mantiene alta popularidad en Panamá a pesar de sus líos con la justicia y escándalos de corrupción, se asiló en la embajada de Nicaragua desde febrero pasado.

Martinelli encabezó un periodo de fuerte crecimiento económico gracias a la construcción de grandes obras como la expansión del canal y de la primera línea del metro capitalino.

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