Voz de América. El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, denunció este viernes «un golpe de Estado en curso» con el que «un grupo de políticos y funcionarios» buscaría impedir que asuma la presidencia del país el próximo 14 de enero de 2024.
«Existe un grupo de políticos y funcionarios corruptos que se niegan a aceptar el resultado [de las elecciones]. Mientras por un lado se han puesto en marcha las formalidades protocolares del proceso de transición, por el otro lado hay un plan para romper el orden constitucional», dijo en conferencia de prensa.
Arévalo señaló a la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras; al fiscal Rafael Curruchiche y al juez Fredy Orellana —todos incluidos en el listado Engel del Departamento de Estado que señala a actores antidemocráticos— de encabezar el supuesto plan.
«El objetivo de ese plan es impedir la toma de posesión de las autoridades electas, incluyendo al presidente, la vicepresidenta y nuestros diputados y diputadas del Congreso», agregó el futuro mandatario.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala ratificó la victoria de Arévalo con el 60 % de los votos a su favor en los comicios presidenciales. Sin embargo, el Registro de Ciudadanos, otro departamento del mismo tribunal, canceló la personería jurídica de su partido, Semilla. Bernardo Arévalo será el nuevo presidente de Guatemala
La cancelación se da tras una investigación de la Fiscalía por supuestas firmas falsas utilizadas para constituir el partido Semilla hace cuatro años. Por este hecho, el Congreso de Guatemala, liderado por el oficialismo, desconoció al partido Semilla y declaró a los siete diputados de su bancada como independientes.
Ante los medios, Arévalo llamó a la sociedad civil, a los empresarios, al movimiento popular, a las iglesias, a las autoridades indígenas y al mundo académico a «unir fuerzas en defensa de la democracia y del respeto irrestricto a la voluntad popular».
La denuncia ocurre en un momento en que el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se haya reunido en Washington para evaluar “la situación en Guatemala”.