Voz de América. La presidenta de Perú, Dina Boluarte, descartó el sábado que renunciar sea el camino para la estabilidad del país e instó al Congreso a aprobar un proyecto de ley para adelantar elecciones generales, en medio de protestas que han dejado al menos 20 muertos y cientos de heridos.
«¿Qué se soluciona con mi renuncia? Estaremos aquí, firmes, hasta que el Congreso determine adelantar las elecciones», dijo Boluarte en un mensaje a la nación por la televisión nacional, un día después de que los legisladores votaran en contra de un proyecto de ley para celebrar elecciones en diciembre de 2023 en vez de 2026 como había propuesto anteriormente.
La presidenta Boluarte asumió al poder el 7 de diciembre tras la destitución y arresto del expresidente Pedro Castillo cuando anunció su intento de disolver el Congreso y reorganizar el Poder Judicial de forma unilateral.
Perú se ha visto sacudido por disturbios violentos tras el encarcelamiento de Castillo. Las fuerzas del orden se han enfrentado a los manifestantes en varias zonas del país.El Congreso de Perú destituye al presidente Castillo
El presidente del Congreso, José Williams, dijo el viernes que la votación debería reconsiderarse en una próxima sesión.
Boluarte lamentó las violentas protestas iniciadas hace 10 días.
“Solo a través de la calma, la cordialidad y el diálogo sincero y abierto podremos trabajar (…) ¿Cómo podemos pelearnos entre peruanos, estropear nuestras instituciones, bloquear las vías?, dijo.
La mandataria explicó que si las Fuerzas Armadas salieron a las calles «fue para cuidar y proteger» a la ciudadanía «porque esta situación (las manifestaciones) se estaba descontrolando» con «grupos violentos».
La cifra de víctimas en las protestas aumentó el jueves a 20 muertos y cerca de 500 heridos, según la Defensoría del Pueblo, mientras las manifestaciones continuaban en varias partes del país.
Los manifestantes exigen la liberación del depuesto presidente Pedro Castillo, la renuncia de la propia Boluarte, el cierre del Parlamento y elecciones generales inmediatas.
Las protestas más intensas han tenido lugar en la empobrecida región andina del sur de Perú, donde las quejas sociales han quedado en suspenso.