Los sindicatos y empresarios aliados al sandinismo mantienen congeladas las negociaciones al salario mínimo de los más de 200,000 trabajadores en Nicaragua.
A inicios de la instalación de la mesa de negociación del salario mínimo, los representantes de la Central Sindicalista de Trabajadores de Roberto González, fiel al dictador Daniel Ortega, propuso un aumento del tres por ciento de la paga mínima para este año. Sin embargo, los sandinistas del Frente Nacional de Trabajadores en las cuatro reuniones han pospuesto su propuesta.
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De igual manera, el empresario aliado al régimen, Leonardo Torres, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme) propone un aumento del tres por ciento y espera alcanzar un acuerdo tripartido con los trabajadores y el Ministerio de Trabajo.
El empresario manifestó que Conimipyme no puede aumentar más de esa cifra por la situación que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018 y que ha dejado en el desempleo a más de 250,000 trabajadores, según la Fundación Nicaragüense para el Desarollo Económico y Social (FUNIDES).
No obstante, en las calles los trabajadores siguen pidiendo un aumento digno para sus salarios debido a la carestía en los precios de la canasta básica, que según sondeos, ronda los 500 dólares mientras que la paga mínima para un trabajador es de entre 180 y 250 dólares mensuales. Sumado a eso, algunos trabajadores indican que con el alza en los pagos de energía eléctrica, a veces no les alcanza para comprar otros productos de primera necesidad.
No hay condiciones para aumentar salario mínimo
En enero de este año, el presidente del Cosep, Michael Healy dijo que la revisión al salario mínimo es justa pero agregó que “las empresas está severamente golpeadas y no existen condiciones para un incremento salarial en estos momentos”.
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Según el Cosep, la reforma tributaria hecha por el régimen, ha provocado el cierre de más de 4,000 empresas y más de 200,000 empleados han perdido sus puestos en empresas formales e informales.
Healy indicó que antes de negociar salario mínimo, se tienen que resolver los temas políticos, sociales y económicos del país y descartó sentarse con el dictador mientras no se hacen reformas electorales y se garanticen elecciones libres y transparentes sumado con la liberación de los presos políticos.
Asimismo, el empresariado espera que el régimen sandinista aumente el techo del impuesto sobre la renta (IR) que actualmente se aplica a los trabajadores que ganan hasta 100,000 córdobas anuales, la propuesta del Cosep y algunos sindicatos sandinistas es que se suba hasta los 150,000 córdobas por año, con el objetivo de que los colaboradores puedan tener mayor poder adquisitivo.
En 2020 se aprobó un aumento del 2.63 % en el salario mínimo, que entró en vigor en marzo de ese mismo año, hasta el 28 de febrero de 2021 , tomando en cuenta la inflación con el crecimiento económico y el precio de la canasta básica.