El ministro de Hacienda de Nicaragua, Iván Acosta, cercano colaborador del dictador Daniel Ortega, fue destituido de su cargo y su domicilio fue objeto de un allanamiento de las fuerzas policiales al servicio de la dictadura familiar Ortega-Murillo.
Los hechos, según versiones de medios locales, habría ocurrido desde el lunes 17 de junio y se habría filtrado este 19 de junio.
Se desconocen las razones de la detención y la prensa oficialista, muda y de obediencia perruna hacia sus dictadores, no ha hecho mención del hecho.
A Acosta, quien ocupaba el cargo desde 2012, lo echaron por órdenes de la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, según informaciones periodísticas.
Lea: Dictadura de Nicaragua inmersa en corrupción galopante
¿Y qué hiciste Iván Acosta?
La acción de los esbirros policiales se concentró en la residencia de Acosta en Veracruz, situada entre Managua y Masaya, hasta donde se desplegaron varias unidades policiales.
Al momento del allanamiento únicamente la suegra del exministro se encontraba presente en la vivienda.
A Iván Acosta, una figura prominentemente del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional, lo sancionó Estados Unidos.
De acuedo con la información, a los trabajadores del Ministerio de Hacienda les habrían bajado órdenes de El Carmen, sede de la dictadura, para colaborar con la investigación.
Según la información, a cargo del caso quedó el sicario-delegado Horacio Rocha, asesor del régimen en «pasada de cuentas».
De nada valieron «las medallas»
En marzo de 2020, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2020, sancionó a Acosta junto al general designado de la dictadura, Julio César Avilés Castillo.
Estados Unidos acusó a Acosta de facilitar apoyo financiero al régimen de Ortega y de coaccionar a entidades bancarias para congelar y confiscar las cuentas de familias de la oposición en marzo de 2019, cuando demandaban la liberación de prisioneros políticos.
A pesar de las sanciones impuestas, Acosta ocupó su cargo administrativo hasta la actualidad, cuando finalmente salió de sus funciones.
Ahora se sospecha que está preso en las mazmorras del centro de torturas El Chipote, donde la dictadura suele llevar a los enemigos de su despreciable sistema.
La caída del funcionario al servicio de Ortega se ejecuta en medio de una ola de despidos, capturas e investigaciones de funcionarios públicos ligados a casos de corrupción en Nicaragua.