El Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, uno de los principales brazos financieros de la dictadura de Daniel Ortega, decidió suspender la inauguración del nuevo edificio del organismo multilateral en Managua, prevista para el 15 de diciembre y trasladar la reunión de directores programada a Tegucigalpa.
Más de once países, incluyendo a Argentina, Taiwán y Estados Unidos, respaldaron los cambios anunciados por el BCIE.
Entre esos once países, destacan: Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, España, México, Taiwán, y Corea del Sur, más el voto mancomunado de Argentina y Colombia. Belice y Cuba son socios sin derecho a voto.
Decisión del BCIE podría ser un mensaje a Ortega
El economista Marco Peña, aseguró a Café con Voz que el BCIE ha desembolsado créditos a la dictadura bajo el argumento de que es una entidad que “promueve el desarrollo a la población” y que su apoyo no está enfocado en los gobiernos.
“A un banco comercial si le interesa los antecedentes penales de sus crédito habientes. La parte del financiamiento del desarrollo no es una puerta hermética, porque el desarrollo moderno contempla el respeto de los derechos. Hoy no se puede hablar de desarrollo sin tomar en cuenta los derechos humanos fundamentales”, dijo Peña.
Aseguró también que la decisión de Ortega de denunciar la Carta de la Organización de Estados Americanos, OEA, podría cambiar el panorama financiero de la dictadura.
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“En el contexto actual, esto puede cambiar de un momento a otro. Esta decisión del BCIE de continuar financiando a Nicaragua, en cualquier momento puede cambiar porque nos estamos moviendo en escenarios que pueden modificarse”, explicó
Peña consideró que los efectos de la decisiones políticas de los países sobre el panorama económico no se aprecian inmediatamente, sino a mediano y largo plazo.
“La OEA es el foro político regional de mayor peso y hasta el momento la CELAC no ha tenido la beligerancia que sus fundadores pensaron que tendría. Esto tiene que ver con que las relaciones económicas internacionales dependen de un manejo adecuado de las relaciones políticas internacionales, principalmente en nuestro país, que es dependiente de la cooperación, los créditos y de la banca regional de desarrollo”, añadió.
¿Ortega buscará otros socios para oxigenarse económicamente?
Peña expresó que Nicaragua, al ser un país con poca independencia económica, está expuesta a graves riesgos si el BCIE decide dejar de apoyar con desembolsos.
“Si vamos a hablar de soberanía e independencia, entonces empecemos por la económica. Dependemos de que Estados Unidos compre nuestros productos y de las remesas de ese país, España, Costa Rica, Canadá y que son democracias funcionales que han criticado la crisis en Nicaragua”, dijo.
Con relación a las esperanzas de Ortega de fortalecer las relaciones comerciales con países como Rusia, Irán o Abjasia, Peña consideró que esto podría no dar los resultados esperados a la dictadura.
“Habría que ver de qué forma vamos a coincidir con esos países en cuanto a lo que ofrecemos y a sus necesidades, además, se debe evaluar que ellos ya tienen sus relaciones comerciales definidas”, concluyó.
Nicaragua depende de los créditos internacionales, según la misma dictadura
El Banco Central de Nicaragua, BCN, al servicio de la dictadura, informó este jueves 2 de diciembre que la deuda externa nicaragüense cerró en 13,636,3 millones de dólares en el primer semestre de 2021, lo que equivale al 108 % del Producto Interno Bruto, PIB del país.
El BCN detalló que la deuda externa total aumentó en 204,5 millones de dólares, 1,5 %, respecto al primer trimestre de 2021.