reforma electoral
Los diputados de la dictadura en la Asamblea, aprobaron clavarle el puñal a los migrantes nicaragüenses.

El sociólogo Cirilo Otero dijo en Café con Voz que, las diputaciones son, principal factor de pegones en la oposición, y que se han convertido en un negocio, debido a que los partidos políticos lo ven como una plaza para recibir megasalarios y no para debatir, aprobar y analizar leyes.

Las diputaciones en Nicaragua se han convertido en una manera de obtener jugosas ganancias y no son vistas para ejercer democracia, debatir y legislar para el pueblo, advirtió este martes el sociólogo Cirilo Otero.

Según este académico, la cantidad de diputados en Nicaragua no obedece a la cantidad poblacional de este país, a cómo se practica en otras naciones del hemisferio; sino a intereses partidarios, donde se impone el capricho de crear normativas a beneficio de los políticos.

“En Nicaragua se ha convertido en un negocio el ser diputado, ser suplente de los diputados, ahí hay un enjambre muy amplio de personas que trabajan en función de los diputados, son 92 diputados y teóricamente están relacionados con la cantidad de la población, ahí hay muchos intereses de carácter político, reciben unos 3,500 dólares, se les paga 200 galones de gasolina, asistentes, conductor, asignación de un vehículo sin el pago de impuestos y el método de laborar es un plenario que dura un día o dos, igual de comisiones”, dijo Otero a Café con Voz.

Asimismo, el economista de profesión resaltó que, en Nicaragua se le ha quitado el protagonismo a los legisladores, debido a que el actual régimen controla todas las leyes que se aprueban o vetan en el parlamento sandinista, dejando el rol de “apretar botones” para aprobar leyes bajadas desde la secretaría del Frente Sandinista de Liberación Nacional, bajo el mando del dictador Daniel Ortega.

“Los grandes trabajos de los diputados son cuando hay que aprobar el Presupuesto General de la República, cuando se reúnen las bancadas, principalmente la mayoritaria (FSLN), cuando tienen que decidir a qué leyes van a dar botón verde y a que otras darán botón rojo, que casi nunca toca, no emiten opiniones ni mucho menos, no hay discusión”, sostuvo.

Ortega ha desvirtuado la carrera política

El analista político manifestó que los diputados del Parlamento controlado por el sandinismo, solo suben y bajan la cabeza para decir “si” a las propuestas enviadas desde el Ejecutivo, sin dejar que los políticos desarrollen su carrera política dentro del plenario. A la vez, Otero dijo que los megasalarios distribuidos en los 91 diputados, no es ni comparado con la remuneración que recibe un maestro en Nicaragua, que apenas alcanza unos 250 dólares mensuales, mientras que los “padres de la patria” reciben más de 3,500 dólares como paga.

“Es casi injusto hacer una comparación porque los diputados prácticamente no trabajan y los maestros trabajan duro y mal remunerados…hace un buen rato, el legislador analizaba el contenido de las propuestas de leyes, eso se acabó en la práctica, ahora todos los proyectos de leyes se envían con carácter de urgencia, se aprueban hoy; pasan directo a ser aprobación, no discuten, no leen, no hacen trabajo”, resaltó.

 “Daba gusto hablar con un diputado, estaba informado, atendía las demandas y podías encontrar comunicación con la población, ahora no, ahora para ver a un diputado es como que vayas a ver a un Querubín, difícil hablar con el… lo más probable es que te mande a un asistente”, argumentó.

El catedrático mencionó también que para hacer carrera política dentro de la Asamblea Nacional, los requisitos son ser ciudadano nicaragüense, mayor de edad, estar organizado en alguno partido político y demostrar ser una persona con ética sin antecedentes penales.

No obstante, el analista dijo que en Nicaragua el sandinismo ha desvirtuado el papel que juegan los diputados, debido a que hay legisladores que ni siquiera leen las propuestas de leyes que entran a las comisiones parlamentarias y al plenario.

“Los diputados tratan de no tener información que les molesten, me atrevo a decir que hay diputados que ni leen las leyes que entran, he observado las plenarias y solo hay cinco personajes los que hablan, después de ellos hay un silencio profundo, nunca hablan”

Además, mencionó que los supuestos diputados opositores juegan un papel de complicidad con el régimen de Daniel Ortega, asumiendo una supuesta rebeldía, pero que al final forman parte del circo que aprueba leyes represivas en contra de las personas disidentes.

Oposición emergente debe de dar verdaderos cambios de hacer política

Otero también habló haciendo referencia a la lista de precandidatos a diputaciones por parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), una de las dos facciones de mayor fuerza en la disidencia, a quienes les invitó a hacer política de manera diferente y no igualarse a los actuales partidos políticos en querer ocultar su organización.

“Tiene que haber un cambio político en Nicaragua, debemos de demostrar que somos diferentes, que somos honestos, el diputado debe responderle a la ciudadania”, recomendó.

La UNAB ha manifestado que las diputaciones que aparecen reflejadas en las listas filtradas son preliminares y que han sido los mismos aspirantes quienes se han postulado, eliminando la selección de personajes por medio del “dedazo”, a como ha ocurrido en partidos tradicionales como el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), cuando sus bases han denunciado que los cargos se han repartido por favoritismo y por dedazo de sus caudillos como Arnoldo Alemán.

Nicaragua tiene más diputados que el resto de Latinoamérica

Durante el programa se analizó la cantidad de diputados que tiene cada país en el istmo, en el cual destacan Nicaragua con 92 legisladores por un poco más de 6,5 millones de habitantes; Costa Rica con 57 escaños con una población de 5 millones de ciudadanos, Guatemala con 160 legisladores con una población de 18 millones de habitantes, mientras que en Ecuador hay 137 curules con una cantidad poblacional de 17,3 millones de habitantes y en Perú existen 130 diputaciones con una población de 33 millones de personas.

De todos los países mencionados, Nicaragua es la nación que más diputados tiene en Latinoamérica por su cantidad poblacional con 14.1 diputados por cada millón de ciudadanos. Entre los legisladores nicaragüenses se reparten unos 683 millones de córdobas anuales en salarios, es decir, unos 20 millones de dólares, de los cuales, solo el Frente Sandinista devenga salarios por el orden de siete millones de dólares, según lo asignado cada año al Parlamento Sandinista vía Presupuesto General de la República.

Para Otero, esa cantidad de dinero “despilfarrada” desde ese Poder del Estado, empobrece más a esta nación  que se ha visto sumergida en una crisis sociopolítica desde abril de 2018 y que ahora carga con tres años de recesión económica, según estadísticas del Banco Central de Nicaragua.

“Nosotros tenemos un nivel de pobreza y hambruna, sin embargo, en la Asamblea Nacional se distribuyen solo el Frente Sandinista unos siete millones de córdobas y los otros partiditos ni se diga, la situación es grave, en África mientras hay más gente empobrecida hay más corrupción y en Nicaragua pasa lo mismo… esos partiditos son regalías que el Frente les ha dado”, dijo.

Este sociólogo dijo que en Nicaragua no deberían de haber más de 37 diputados nacionales y departamentales, de esa manera, según el experto, ahorrarían mucho dinero al erario.

“Lo que debería tener la Asamblea Nacional como máximo son 37 diputados, no solamente por los criterios de carácter nacional, las diputaciones se han vuelto una lotería, por eso debemos de criticar a esos precandidatos”

Al finalizar, el académico recomendó a la oposición a organizarse de cara a la realización de elecciones generales contra la dictadura de Daniel Ortega y asegurar un triunfo contundente.

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