La segunda línea aérea más grande de Latinoamérica, inició el proceso de bancarrota bajo el capítulo 11de la ley de quiebras de los Estados Unidos, luego de que sus ingresos cayeran más del 80% como consecuencia del fuerte impacto económico provocado por la pandemia del coronavirus.
La presentación se hizo ante el tribunal de quiebras de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, ante el cual la compañía estimó pasivos de entre 1.000 millones y 10.000 millones de dólares.
El proceso tiene la intención de favorecer la continuidad operacional, tratar de mantener los empleos, mantener la conectividad para sus pasajeros y promover la recuperación económica de Colombia y de sus otros mercados clave, han dicho sus funcionarios.
El capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos permite a las empresas en el país estadounidense con problemas financieros a reorganizarse bajo la protección de la ley. Cuando una empresa no está en condiciones de asumir su deuda o de pagar a sus acreedores, la propia empresa o sus acreedores pueden presentar una solicitud de protección de bancarrota. Bajo esta figura, en la mayoría de los casos, el deudor mantiene el control sobre las operaciones bajo supervisión de la corte. Por lo que no se trata de que las aeronaves de Avianca, al menos hasta este momento, dejarn de surcar los cielos.
“Los efectos de la pandemia COVID-19 nos han llevado a enfrentar la crisis más desafiante de nuestros 100 años de historia como compañía”, dijo Anko van der Werff, presidente de Avianca Holdings, citado en un comunicado a la Superintendencia Financiera colombiana.
“Ante la suspensión total de nuestra operación de pasajeros y una recuperación que será gradual, entrar en este proceso es un paso necesario para hacer frente a nuestros retos financieros”, agregó.