Por Moisés Mercado | «El poder o la muerte». Tras el deterioro de la economía, la inseguridad, la violencia y la falta de acciones del régimen de Daniel Ortega, para solucionar las crisis del país, se podría generar un estallido social igual o superior a la de abril de 2018, pero antes los opositores deben de comprender la lógica de Ortega, que se basa en «o yo o nadie».
Esa es el análisis que el sociólogo y analista político Oscar René Vargas, realizó en Café Con Voz, tras afirmar que los dictadores están conscientes del problema que tienen, el cual inicia por el debilitamiento económico que le acorta el tiempo político, razón por la que quieren implementar la trilogía de la Ley de Cadena Perpetua, la Ley de Agentes Extranjeros y la Ley de Ciberdelitos.
“Ortega sigue pensando en el poder o la muerte. Su objetivo es evitar que el deterioro económico y social tenga repercusión en su propia base social, porque su base social es afectada, se ha empobrecido y ha perdido empleo. Esa base social ve que su calidad de vida se ha deteriorado”, dijo Vargas.
Leyes propuestas es para evitar que haya «nuevos opositores»
El experto expresó que las condiciones económicas de Nicaragua, han provocado el descontento en las bases políticas del régimen y las propuestas de leyes buscan evitar que estos integrantes o seguidores de sus partidos no se “conviertan en opositores” a como sucedió en 2018, donde muchos de los activistas jóvenes que protestaban, eran militantes o simpatizantes del Frente Sandinista.
Para Vargas, el descontento social se ve en los resultados de las encuestas y en las denuncias de los partidarios, debido a que los dictadores no han podido resolver ni una de las cinco crisis que vive Nicaragua: La crisis social, la económica, la política, la crisis sanitaria y la crisis internacional; lo que puede generar un “nuevo tsunami social”.
“Ortega se está muriendo y no se puede aceptar ni un pacto, ni una negociación que les de oxígeno, porque él va a presionar porque es el poder o la muerte”, destacó.
El poder o la muerte, negociar “al borde del abismo”
Otra de las características del dictador que enfatizó el experto, es la forma de tratar con régimen, la cual consiste en “negociar al borde del abismo”. Entre más presión tenga de la oposición, se abrirán las puertas para sacarlo del poder, pero esto depende de la unidad y que las agendas de todos los actores sociales se coordinen sobre la misma dirección.
De igual manera, explicó el posible contexto al que se enfrenta el régimen, donde los que tienen dinero y la base social militar “no quieren que la crisis económica los afecte” y empujan a negociar una salida política; pero otra corriente comprometida y que cometió crímenes de lesa humanidad no aceptan ninguna negociación.
Lo que suceda antes y durante las elecciones de 2021, va a depender de la oposición interna y externa, porque la falta de presión puede darle a Ortega oxígeno, pese a que la situación económica no se puede mejorar y el descontento social puede incrementar, señaló el analista.
Vargas resaltó que los Ortega-Murillo son más débiles que 2018 porque la situación económica es desfavorable, a la que comparó con una pradera seca que puede encender la chispa. «Tiene la fuerza de las armas y está más organizado, pero las crisis son más grandes que eso», estimó.
No hay estrategias comunes
El analista hizo hincapié en la falta de estrategias comunes de la oposición es lo que juega a favor de Ortega, porque “un día dicen una cosa y otro día otra cosa”, además, del involucramiento de los partidos “zancudos” o “comparsa”, que se aprestan a seguirle el juego.
Resaltó que los acuerdos políticos no van a resolver el problema económico, al igual que la aplicación de tres leyes, las que vienen a empeorar, aún más, la condición de vida de los ciudadanos.
Finalmente, el experto aseveró que el retraso económico es de 20 años y que hasta 2030 se recuperará la economía deteriorada de Nicaragua.
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