Fueron instaladas en dependencias del Poder Judicial, pero “no recomendadas” en otros países
Las cabinas de sanitización o desinfección instaladas en la entrada de algunas dependencias del Poder Judicial de Nicaragua para evitar mayor contagio de Coronavirus, fueron retiradas de otros países de la región, por considerar que pueden generar otros problemas a la salud de las personas.
Las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, decidieron el no uso de cabinas de aspersión, túneles y dispositivos similares como método de sanitización y desinfección para evitar contagios del Covid19, por el riesgo que podrían significar los químicos para salud de quienes los reciban.
En una circular emitida el 16 de abril pasado por el departamento de Epidemiología del MSPAS y dirigida a los hospitales y áreas de salud, se prohíbe el uso de estas cabinas y túneles de aspersión o sanitización debido a que pueden ocasionar efectos adversos a la salud del ser humano como irritación en ojos, piel y mucosas.
“A la fecha no existe evidencia científica ni aprobación en el uso en seres humanos”, dice el documento que explica que este tipo de sistema usa químicos como amonio cuaternario, formaldehido, glutaraldehído, hipoclorito de sodio, peróxido de sodio, entre otros.
En Nicaragua desde la semana pasada, se instalaron las cabinas en dependencias del Poder Judicial y sus trabajadores hasta hicieron circular vídeos, sobre la manera en que deben proceder los usuarios al momento de ingresar por la cabina. Esta y otras medidas, se han visto como acciones que reflejan la realidad de cómo está la situación del Covid19 en las calles de Nicaragua, aunque el régimen vende la idea de que hay bajo contagio y que no existe la transmisión comunitaria.
México tampoco consideró adecuado su uso
Lo mismo ocurrió con la Secretaría de Salud de México, que no recomendó el uso de éste tipo de cabinas. «Hasta la fecha, no existe evidencia sobre la eficacia de estos sistemas» para realizar una desinfección efectiva del virus SARS-CoV-2 causan, indicó esa dependencia el 9 de abril, según un cable la agencia EFE.
El comunicado indicó que «la concentración del desinfectante podría ser insuficiente para inactivar al virus” y que además «el aerosol generado puede facilitar la diseminación del virus que pudiera estar presente en la ropa, cabello o pertenencias de las personas» que pasan por la cabina, «aumentando el riesgo de dispersión del virus».
Sobre la inhalación de sustancias químicas desinfectantes, la Secretaría de Salud dijo que estas «puede causar, entre otras cosas, daños a las vías respiratorias» y provocar tos, estornudos e irritación de los bronquios, desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas.
En el caso de Guatemala en las universidades también consideraron que era mejor no usar las cabinas.
“Es un procedimiento que implica el riesgo de reacciones alérgicas, asma o intoxicaciones y daños al medio ambiente y vida animal, lo que empeorará la actual situación”, cita un comunicado emitido por el Consejo Superior Universitario (CSU), reportado por Prensa Libre.