El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, afirmó que Nicaragua enfrenta dos crisis de forma simultánea, la política originada por la rebelión cívica de abril de 2018, respondida con una brutal represión y la de la pandemia, que oscurece día a día el panorama a nivel mundial.
“La verdad es que Nicaragua carga sobre sus hombros una doble crisis: La que ya veíamos viviendo y seguimos experimentando, más la crisis mundial de la pandemia”, dijo Álvarez en su homilía de este domingo 26 de abril.
El prelado señaló que la crisis política tiene abiertas heridas “derivadas de la violencia, muerte, sangre inocente derramada, acusaciones falsas, cárcel injusta, familias separadas y migración forzada”.
Álvarez quien fue impedido por la dictadura de Ortega y Murillo, de abrir un Centro de Atención Médica en su diócesis que ayudara a la población a obtener información sobre el Covid19, dijo que a esto que Nicaragua viene arrastrando desde abril de 2018, generando más incertidumbre.
“A nuestra historia reciente se le sumamos nuestro hoy con esta pandemia que ha sumergido a las familias en más pobreza, desempleo, desesperación, callejones sin salida y pareciera la hora de las tinieblas”, dijo el obispo de Matagalpa.
El obispo de Matagalpa, ha sido objeto de ataques y campañas difamatorias por parte de la dictadura y sus seguidores, que lo tildan de querer generar ruido y desinformación con el tema del manejo del Covid19, algo que Álvarez ha negado categóricamente pues solo ha tratado de ayudar a la población desde su posibilidad.
El régimen de Ortega y Murillo, ha oficializado que en el país ha habido 13 casos de Coronavirus, de los que han perdido la vida tres y en la actualidad, afirma que supuestamente hay 15 personas sospechosas de portarlo.
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Son tres problemas los que cargan los hombros valientes del pueblo nicaragüense.
Lo político, por las violaciones y represiones.
Lo del contagio del virus y el miedo de no morirse de Covd-19
Y lo económico que se hace doble, dado que veníamos sufriendo problemas económicos por la situación política y se agrava más por la peste