El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, afirmó que la paz y el amor de Cristo, no pueden ser manipulados como pretenden los tiranos de Nicaragua, Cuba y Venezuela, que han sometido a sus pueblo «a pan y circo» creyendo «los payasos gobernantes que hacen reir cuando lo que provocan son llanto y sufrimiento».

En el sexto domingo de Pascua, Somarriba, recordó que el amor falso produce maldad, odio, cinismo, manipulaciones, división entre los hermanos y hemos sido testigos de la fuerza maligna de un amor falso, la gente que dice amar a su pueblo y al pueblo lo somete a racionamientos, a la ley de la libreta, al hambre.

Los que manifiestan ese amor falso explicó Somarriba, someten a los pueblos a la miseria, donde por motivo tienen los desalmados que hacer que el pueblo no piense, no tenga tiempo para razonar y pensar en salidas a la libertad.

«Esos falsos hablan de protección falsa queriendo dar a entender que quieren una nación libre y soberana y en realidad es bajo su yugo y control una nación secuestrada y manipulada como propiedad personal», dijo Somarriba.

Los tiranos no son dueños de las naciones

Añadió que en ese particular no existe razón para que los dictadores se crean dueños de las naciones. «Cuba es de todos los cubanos, Venezuela es de todos los venezolanos, Nicaragua es de todos los nicaragüenses, no son patrias de un grupo selecto, no es propiedad personal de cualquier gobernante en turno, es cuna de todos y para todos», dijo.

En ese sentido Somarriba explicó que el amor falso solo produce maleficios. «La historia y el presente de pueblos nos habla de los frutos de los que no aman a la manera de Cristo producen, encarcelan a sus pueblos, controlan quien sale y quien entra, manipulan a fuerza de quitar o eliminar el sustento de cada día, “si no van a las marchas pierden su trabajo”.

Otro ejemplo, mencionado por Somarriba son las libretas de racionamiento, las filas que todos los días tienen que hacer la gente para conseguir como sobrevivir. «Los distraen para que no piensen, los payasos gobernantes les quieren entretener a base de pan y circo y no se dan cuenta que sus payasadas no producen risas sino llantos y aflicciones».

Han convertido en cárceles naciones libres

Aseguró que por muchos años Cuba, Venezuela y Nicaragua, los tiranos las han convertido en una cárcel y sus líderes solamente han producido para ellos y sus familiares dejando a un lado a la inmensa mayoría que no solo de pan tiene hambre sino de libertad y justicia también.

«Vemos como exportan sus ideologías hacia otras naciones vecinas por conseguir secuaces que les den bienes para sobrevivir ya que solo son parásitos del mundo. Vemos como un país sumamente rico vive en la miseria más paupérrima sin necesidad, vemos como una Nicaragua la han convertido en una finca adueñándose de ella como si la hubiesen comprado con su trabajo, una Nicaragua bendecida y preciosa bañada por las aguas de la vida y adornada por los volcanes que rugen como el corazón mismo de Dios reclamando que nos amemos unos a otros con una actitud positiva de vida para con los demás», dijo.

Pero recordó que Dios está con las víctimas. y para aquellos que enfrentan expulsión, encarcelamiento o pobreza, esa promesa asegura que no están solos ni desamparados. La cercanía de Dios se convierte en un refugio, un hogar seguro en medio del desplazamiento y la incertidumbre.

«El Espíritu Santo que mora en cada uno de nosotros no dialoga ni hace trueques con el diablo, este Espíritu lo exorciza, lo expulsa y lo elimina. No perdamos el norte, no perdamos la esperanza que el mal y los malos tienen sus días contados, hay que reconocer y confiar en esta presencia santa que ha hecho morada entre y dentro de nosotros», afirmó.

«En los tiempos de sometimiento y represión que vivimos muchos, el Espíritu Santo guía al pueblo hacia la resistencia espiritual y la preservación de la dignidad, nuestra dignidad ha sido pisoteada por las botas del poder maligno, pero no vencida, nuestra dignidad es fruto del amor cercano de Dios en nosotros. El Espíritu de Dios es el aliento que nos sostiene, infundiéndonos sabiduría, fortaleza y esperanza», dijo.

“La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se la doy como el mundo la da.” Esta paz no depende de circunstancias externas, como las falsas promesas de líderes tiránicos, depende del mismo Dios quien siempre nos ha saludado con: “la paz este con ustedes”, no tengan miedo, yo estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos”, concluyó.

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