La dictadura sandinista que ofendió y calificó de lo que quiso al Papa Francisco, envió a mafiosos para representarle en los funerales del Santo Padre. La información fue revelada por la propia vocera del régimen Rosario Murillo, quien dijo sentirse «complacida» por estar presente en las exequias del hombre con que sostuvieron una pésima relación derivada de sus infernales ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua.

Murillo señaló que “la delegación presidida por el compañero Maurizio (Gelli), nuestro embajador en España también, su esposa Farah Gutiérrez y nuestra embajadora ante el gobierno y pueblo de Italia, Mónica Robelo, han estado también acompañando en distintas ceremonias al cardenal […] y al vicario de Managua, padre Julio César Arana, quienes se encuentran allá en Roma”.

Joyita de embajador

El diplomático fue designado por Ortega como embajador de su dictadura en España, en noviembre de 2022. Además, lo ha nombrado embajador concurrente en otros cuatro países europeos más: Andorra, Grecia, Eslovaquia y República Checa.

El “superembajador” de Ortega, ha sido señalado de intentar blanquear el dinero ilícito de su padre Licio Gelli, un exagente italiano acusado de operaciones clandestinas anticomunistas durante la Guerra Fría.

El ya fallecido papá de Maurizio Gelli fue acusado también de labores de conspiración durante la década de los ochenta en Argentina y escándalos financieros en Uruguay e Italia, incluyendo la quiebra estrepitosa del Banco Ambrosiano, señalado como uno de los cooperantes de la Contra en Nicaragua.

Bien informada de lo pasos del Cardenal

Murillo dijo que la delegación de Nicaragua le han informado de cada una de las reuniones que ha sostenido Brenes, incluso, han enviado fotografías en la que lo exhiben con los funcionarios del régimen. «Nos ha informado y hemos visto también en las publicaciones en el cónclave que tendrá lugar en los próximos días, del que saldrá el nuevo pontífice de la Iglesia Católica», indico.

En fotografías publicadas por la Arquidiócesis de Managua, se observa al Cardenal Leopoldo Brenes junto al representan de la delegacion del régimen Maurizio Gelli y su  esposa de Fhara Alexandra Gutiérrez Garcés,  y la embajadora  Mónica Robelo. 

Murillo hizo mención al mensaje de condolencias enviado al papa Francisco, donde reconocieron que tuvieron unas relaciones «difíciles» y «accidentadas» con la Santa Sede, que llevó a Managua a suspender oficialmente sus lazos diplomáticos con el Vaticano.

La infaltable e indecente lavada de manos

«Nosotros hemos tenido, como hemos dicho con mucha sinceridad, una accidentada relación con el Vaticano que no es responsabilidad ni del pueblo ni del Gobierno de Nicaragua», señaló Murillo.

«Ha sido un tiempo que, desgraciadamente, sirvió para que los de siempre promovieran discordia y trasladaran mensajes altisonantes, contradictorios, calumniosos, al mundo, no solo al Vaticano», agregó.

La criminal consorte del tirano Ortega dijo que se sentían «complacidos de poder estar presente, como Gobierno, en este otro tiempo». «Relaciones suspendidas, no rotas», indicó Murillo.

«Hemos dejado claro en otros momentos que las relaciones con el Vaticano, aunque accidentadas, no están rotas, están suspendidas y consideramos importante la representación de nuestro pueblo y Gobierno en esas ceremonias de despedida del papa Francisco», destacó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *