El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, dijo el Domingo de Ramos, que así como Judas traicionó a Jesús por dinero, hoy día, hay quienes traicionan a todo un pueblo y a la vez se vuelven sus verdugos junto a los que compran sus consciencias.
Somarriba dijo que el evangelio de la Pasión de Cristo, demuestra el amor de Dios que se revela en los comportamientos de Jesús ante aquellos que lo capturan, lo insultan, lo torturan y le dan muerte.
El sacerdote dijo que la humilde entrega de Jesús vence todo insulto, toda tortura y muerte a manos de los poderosos que se sienten que ganan y salen victoriosos al imponer su voluntad despótica para justificar su autoritarismo mal habido y su poder abusivo a base de hacer sufrir a los inocentes. Asimismo hoy también por mantener lo que por fraude y robo han adquirido, se crucifica y se condena a quienes reclaman justicia y libertad, señaló.
«La traición de Judas, el amor por el dinero, empuja a un amigo a traicionar a Jesús, así todavía hoy en nuestros días por doscientos pesos al día se transforman muchos en zalameros arrastrados y espías para vigilar y se denunciar a quienes son inocentes y a quienes piensan diferente a la elite que socaba el derecho a vivir en libertad y en justicia», dijo Somarriba.
Los Judas que no desaparecen
El padre Marcos dijo que la frase que reina y domina hoy muchos corazones de piedra es: «¿Qué quieren darme, y yo se lo entregaré? Una oferta maquiavélica y egoísta como el anuncio de la traición de Judas, está a flor de labio hoy en nuestro entorno y en muchos espacios de nuestra sociedad y nuestros pueblos.
«En medio del pueblo hay Judas modernos que venden, vigilan, graban con sus móviles a sus hermanos por unos pesos más, dinero manchado de sangre que mal habido por seguro mal acabará», afirmó.
Además explicó que aunque Jesús lo sabe todo y conoce el corazón y el pensamiento del ser humano, se sienta a la mesa con el traidor porque porque no quiere la muerte del pecador, sino que viva.
«Hermano que persigues a tu hermano, a tu vecino a tu compatriota ayuna de la maldad en tu corazón, ayuna de venderte al mejor postor, por unos pesos que no llegan ni siquiera a comprar la canasta básica para alimentar a tu familia, ayuna de socavar tu conciencia y venderla a quienes te pueden y te van a traicionar a ti también un día… porque como sigo diciendo que ser sapo no garantiza el charco», invitó Somarriba.
Asimismo exhortó a quienes se prestan a condenar, a torturar, a asesinar a tus compatriotas, a que piensen que los tiranos les pasaran la cuenta el día menos pensado cuando ya no les seas útiles.
«Como a Judas la elite lo manipuló comprándolo con unas cuantas monedas así te llevaran a la muerte también. Hay que recapacitar y despertar de la mentira en la que crees y justifica el infringir dolor, sufrimiento, exilio y muerte a tus vecinos del barrio», dijo Somarriba.