Julio César Avilés, juró y tomó nuevamente como jefe del Ejército sandinista en un período extendido de 6 años. Avilés juró lealtad a los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo;  y a la Constitución cortada a la medida de los tiranos y que garantiza la dinastía familiar y en la que se instaura el Estado de terror en el país, conocida como la «Constitución Chamuka».

Avilés repitió en varias ocasiones durante su discurso salamero su compromiso con Ortega y Murillo, a quienes llamó “copresidente” y “copresidenta”, de acuerdo a lo impuesto en la nueva Constitución.

“Todos estaremos siempre leales, firmes y cohesionados defendiendo las conquistas y derechos alcanzados por nuestro pueblo expresados en nuestra Constitució», dijo Avilés sancionado por Estados Unidos por armar a los paramilitares que reprimieron junto a la policía a manifestantes en el año 2018. Represión que dejó más de 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH.

El militar que sumará en el cargo 21 años, dijo que la “Constitución que establece que el Ejército de Nicaragua está bajo el mando de la Presidencia de la República como jefatura suprema”, destacó Avilés. La nueva Ley Suprema establece que la Presidencia está integrada por el Copresidenta y una Copresidenta».

A través de la Constitución “Chamuka” se eliminó la autonomía municipal, se suprimió el principio de la separación de poderes del Estado, se anularon libertades individuales y públicas de los nicaragüenses, y se extendió a seis años el período presidencial y la de las jefaturas del Ejército y Policía sandinista.

“Nada, ni nadie, nos hará cambiar la firme determinación de avanzar junto a nuestro pueblo y autoridades supremas”, remató Avilés, en un alarde de devoción hacia sus dos jefes.

Juramentado por Ortega y Murillo solo viendo

Daniel Ortega, y no Rosario Murillo, tomó juramento y entregó el bastón de mando militar al general de Ejército Avilés, de 68 años.

Ortega, a través de un acuerdo presidencial emitido en diciembre pasado, decidió mantener en el alto mando militar al general Avilés, a quien se le vencía este 21 de febrero su tercer período de cinco años.

Ortega destacó en su discurso que Avilés es juramentado de acuerdo a la nueva Constitución Política, hecha a la medida de él y su esposa Rosario Murillo y justificó la continuidad en el cargo por su “lealtad”. 

“Es una continuidad de su mandato. ¿Por qué? Porque el trabajo que ha desarrollado, la dedicación, la disciplina la mística, su vínculo con el pueblo, su vínculo con los campesinos, con los productores…Es un compañero consiente, comprometido con la misma firmeza de Sandino y Zeledón”. 

La nueva permanencia en el cargo de Avilés fue una propuesta unánime del Concejo Militar, integrado por el alto mando, según el acuerdo presidencial.

Ortega nombró a Avilés, un exguerrillero sandinista, por primera vez como comandante en jefe del Ejército en noviembre de 2009, en sustitución del general Moisés Omar Halleslevens, quien fue vicepresidente de Nicaragua de 2012 a 2017.

Avilés fue jefe del Estado Mayor General desde 2005, jefe de la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia militar (1998-2005) y realizó estudios militares en Cuba. Fundador del extinto Ejército Popular Sandinista (EPS), el general fue sancionado el 22 de mayo de 2020 por Estados Unidos por supuestamente participar en actos de corrupción y por ayudar a «silenciar» las voces prodemocráticas en Nicaragua.

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