El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami hizo un llamado a no prestar atención a los arrogantes que con «palabras cínicas» quieren callar y sustituir a la iglesia de Dios, en una actitud que busca imponer su voluntad so pena de muerte, cárcel, destierro y persecusión.
Somarriba llmaó a los fieles a mantenerse firmes en su fe ya convertirse en «pescadores de hombres» en medio de las adversidades que enfrentan sus países de origen, especialmente aquellos azotados por regímenes autoritarios.
Basado en el pasaje en el cual Jesús invita a pescar a Pedro quien se fía, obedece y cree en la Palabra del Maestro. Es por esa fe que se adentra en el mar y echa sus redes y logra la pesca es abundante, es milagrosa.
En ese sentido el padre Marcos, indicó que quien obedece otra palabra que no es Jesús desobedece a Dios.
«Existen personas que prestan oídos a otra palabra que no es la de Dios, existen aquellos que por conveniencia, alevosía y ventaja obedecen a voces y palabras necias y destructivas que engañan y producen solamente caos y zozobra en medio de la sociedad que dominan a la fuerza, bajo la imposición y el poder del dinero y las armas», dijo Somarriba.
«También»- sostuvo-«encontramos personajes arrogantes que exigen que solamente se obedezcan y se escuchen sus cínicas palabras, que al desobedecerlas imponen cárcel, persecución y exilio. Al contrario de la palabra de Dios que multiplica, que da vida y crea prosperidad, las palabras de esta gente corrupta esclavizan, hieren, destruyen y matan».
Los que se arrodillan ante «falsos mesías» y manipuladores
Asimismo el sacerdote dijo que en la iglesia de Dios los discípulos y creyentes, solo se arrodillan y rinden honor al Dios de la creación, no a impostores que se creen dioses o salvadores del mundo.
«En la iglesia, los pedros, los discípulos solamente se arrodillan ante Jesús y no delante de los falsos mesías en turno», señaló Somarriba.
En la misma línea añadió que existen discípulos hoy que han obedecido la palabra y mandato de Jesús y que por eso sufren bajo el acecho de los sordos y arrogantes manipuladores que son expertos en el engaño y la mentira.
«Ha habido discípulos/obispos y sacerdotes que por escuchar y obedecer la palabra de Jesús y no la palabra destructiva de los que no contemplan otra voz que no sea la suya, han sido extirpados de sus rebaños, porque han escogido ser ´pescadores y no pecadores'», explicó Somarriba.
La iglesia y las tres dictaduras de las Américas
El párroco de Santa Agatha recordó la persecusión a la iglesa Católica en Cuba, Venezuela y Nicaragua, países en los que tres dictaduras aplastan derechos y libertades. «Monseñor Eduardo Boza Masvidal, era obispo auxiliar de La Habana cuando Fidel Castro ordenó su expulsión junto con 131 sacerdotes más, entre ellos Monseñor Agustín Román, expulsados de la isla al ser considerados enemigo del régimen comunista», rememoró.
«El régimen asesino de Venezuela ha perseguido y acechado a obispos y sacerdotes porque estos obedecen a Jesús y no al régimen opresor de turno», dijo.
«En Nicaragua los autoproclamados salvadores del pueblo les incomoda la voz de la iglesia y por eso la persiguen, la tratan de comprar, de comprarles su conciencia y su obediencia, les incomoda que se obedezca y se escuche la única voz que da vida, la Palabra de Jesús, por eso han arremetido con las tormentas y la fuerza de las olas de violencia contra el pueblo y la Iglesia de Cristo, han encarcelado, torturado, silenciado y expulsado a todo obispo o sacerdote que por amor a pescar y no pecar, han defendido al rebaño de Dios, alzando su voz en nombre de Dios para la defensa de los derechos inalienables de los hijos de Dios», afirmó.
No lograrán callar a la iglesia
Pero aseguró que entre todo y todo, los violentos y arrogantes regímenes no han logrado silenciar y alejar las voces de estos discípulos que prefieren obedecer a Dios que a los hombres.
«Les molesta y les incomoda que no han podido silenciar la obediencia a Dios, en cambio, su incomodidad se ve reflejada en el ataque y control de toda expresión religiosa que manifieste que el pueblo de Dios cree y confía en la única palabra que escucha y obedece, la palabra de Jesús: “rema pueblo mío, sigue remando y no temas las tormentas y las olas contrarias que acechan tu barca, mi barca”.
«El tiempo es testigo y nos ha dado pruebas de que los que se han olvidado que tienen pies de barro, han pasado, han quedado atrás, se han hecho polvo, nada, así mismo los presentes pasaran, quedaran atrás, ya que la Iglesia ha visto pasar el funeral de sus enemigos que nunca escucharon ni obedecieron más que sus arrogantes voces sordas», concluyó