Estados Unidos confiscó un avión perteneciente al régimen de Venezuela que se encontraba retenido en República Dominicana desde septiembre del 2024 en un hangar del aeropuerto La Isabela en Santo Domingo.

Se trata de un Dassault Falcon 200, matrícula YV-3360, de un valor aproximado a 10 millones de dólares. Este es el segundo avión del mandatario venezolano incautado en el país, el cual era utilizado por Petróleos de Venezuela, S.A. (PdVSA), la compañía estatal venezolana de petróleo y gas natural, sancionada por Estados Unidos, basándose en violaciones de las leyes de sanciones y control de exportaciones del país.

La incautación se hizo en presencia del secretario de Estado, Marco Rubio, que se encontraba en República Dominicana, como parte de una gira que realizó por Centroamérica en su primer viaje hacia el exterior.

Involucrado en lavado de dinero

El responsable de presentar a Rubio el avión incautado fue Edwin López, representante de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HIS por sus siglas en inglés), quien afirmó que el PdVSA compró la aeronave en EE.UU. en 2017 y la exportó a Venezuela, sometiéndose a múltiples reparaciones utilizando piezas estadounidenses sin autorización.

Aseguró que existen pruebas suficientes para decomisar la aeronave debido a la violación de sanciones estadounidenses en el control de exportación y lavado de dinero.

López dijo al secretario Rubio que el avión estaba involucrado en un esquema para evadir sanciones estadounidenses y que había sido utilizada por altos miembros del régimen de Maduro para viajar a Turquía, Rusia, Nicaragua y Cuba. Indicó que necesitarán entre 45 y 60 días para completar las reparaciones de la aeronave.

Dictadura reclama y llama a Rubio «delincuente»

La dictadura de Maduro denunció el viernes el decomiso de la aeronave en lo que consideró «un acto que constituye una infracción al derecho internacional». El canciller de la dictadura, Yván Gil, indicó que se trató de «un obo descarado» ejecutado por Rubio.

«Su odio hacia Venezuela lo lleva ahora al delito abierto, confiscando ilegalmente un avión de PDVSA con la complicidad del gobierno cipayo de la República Dominicana», indicó en un comunicado.

Gil calificó a Rubio como «un delincuente disfrazado de político», quien emplea su cargo político para «saquear y despojar a nuestro país de sus bienes». También señaló que el diplomático estadounidense es capaz de violar cualquier norma con tal de atentar contra la integridad de la Patria venezolana.

«Venezuela tomará todas las acciones necesarias para denunciar este robo y exigir la devolución inmediata de su aeronave», advirtió el documento y enfatizó que «Marco Rubio pasará a la historia como lo que es: un ladrón y un enemigo declarado de nuestro pueblo», puntualizó el Canciller venezolano en la misiva.

La aeronave se encontraba en un hangar del Aeropuerto Internacional Joaquín Balaguer (La Isabela), en Santo Domingo Norte, desde el 2024. Ese mismo año se confiscó otro avión del gobierno venezolano, el Dassault Falcon 900EX, que fue adquirido de forma ilegal por 13 millones de dólares mediante una empresa fantasma del régimen venezolano en el Caribe, el cual fue devuelto a EE. UU. mediante una orden judicial emitida por el Ministerio Público de la que se ofrecieron pocos detalles.

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