Gustavo Porras, quien se encuentra circulado ante la justicia internacional por la orden de captura de un juez de Argentina, por su papel al frente del Parlamento al servicio de la dictadura, anunció que la próxima semana aprobarán en segunda legislatura la reforma a la Constitución Política del país y las modificaciones a las demás leyes que se adecuen a la política represiva del régimen.
Porras, afirmó que las recientes reformas constitucionales que son un golpe de estado para instaurar su régimen represivo y su modelo dinástico, son una respuesta a la oposición que, según él, “alteró la tranquilidad” que el sandinismo disfrutó durante más de una década en el poder.
“Lo primero es la reforma a la Constitución Política, en la segunda legislatura que nos indica eso que una vez aprobado vos tenés que adaptar todas las demás leyes porque es la ley rectora. Esa es el punto principal de todo el marco jurídico, entonces vos tenés que adaptar todas las demás leyes, en correspondencia al nuevo mandato constitucional y después de eso, una vez ya tenés que comenzar a hacer los aspectos operativos, es decir que la presidencia tendrá que mandar sus propuestas igual”, dijo Porras.
«Esta reforma es tan importante porque refleja claramente la orientación del comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo. Tenemos que actualizar el marco jurídico para que esté en correspondencia con el modelo que desarrollamos y el avance que estamos logrando”, expresó Porras.
Respuesta y «blindaje contra enemigos»
Añadió que las reformas son un «blindaje» para defender a la «revolución». “Nosotros estábamos acomodados y tranquilos porque veníamos por una senda de crecimiento, nosotros teníamos 10 años de estar creciendo en un 5.1 por ciento anual. Eso no es en cualquier país”, dijo Porras.
Porras describió el modelo de trabajo del régimen como basado en “diálogo, alianza y consenso” para evitar conflictos. Sin embargo, en la práctica, este modelo solo favoreció al poder político y al sector empresarial, dejando en último lugar la democracia y al pueblo nicaragüense.
El también paramilitar señaló que este sistema comenzó a desmoronarse cuando las tensiones internas y externas salieron a flote, lo que, según él, fue provocado por “envidias, miserias humanas y contradicciones con el imperio”. Acusó a los opositores de ser títeres de intereses extranjeros que buscaron destruir el régimen.
Porras aseguró que no se puede volver a cometer los mismos errores y abogó por redoblar esfuerzos para retomar el control y evitar nuevas crisis.
En 2018, los nicaragüenses se levantaron contra el gobierno actual y demandaron su fin, por no atender la emergencia del incendio forestal en la Reserva Natural Indio-Maíz y sumado a eso unas reformas al seguro social que le quitaban beneficios a los ancianos.
Porras junto a los tiranos Daniel Ortega y Rosario Murillo, se encuentra en una lista que el juez federal argentino Ariel Lijo, incluyó en una orden de captura internacional el 30 de diciembre de 2024, por ser autores de crímenes de lesa humanidad. Jefe del GHREN: «Orden de captura de Argentina implica enorme descalificación internacional»