El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha, hizo énfasis éste domingo en la importancia de las relaciones entre las parejas, los padres y los hijos, considerando el impacto que causa la separación cuando no es por voluntad de sus miembros, sino porque se los imponen los sistemas autoritarios y las dictaduras, a los que calificó de «serpientes y alacranes».
“Es cruel y contrario al plan de Dios condenar a otros al aislamiento forzado, como la división y persecución de la familia, el encarcelamiento de los miembros de hogares que sufren la ausencia injusta de sus seres queridos, la expulsión y expatriación de los que no les conviene tratando de silenciar sus voces que reclaman sus derechos”, dijo Somarriba en su homilía.
El sacerdote expresó que Jesús recuerda que Dios creó al hombre y a la mujer distintos entre sí, pero iguales en dignidad y grandeza, para que se amaran y convirtieran el amor en una historia perenne y siempre nueva.
Latigazo de Somarriba a los Ortega-Murillo
“Pero hay hombres y mujeres, aun vemos parejas que se dedican a violentar la historia de pueblos, a violentar lo básico que Dios ha creado como el amor, la dignidad de toda persona ante la creación”, dijo Somarriba a propósito del tándem siniestro de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En ese sentido Somarriba aseguró que no se puede tolerar y hay que denunciar a toda persona que está creando caos, división y que está dispersando el fundamento que Dios creo como la familia.
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Los que nunca han sido familia
“Dios creo la familia y hay que protegerla de aquellos que nunca lo han sido, ya que traicionan hasta los suyos propios, abusando de ellos mismos, ensenándoles que la violencia es un camino al éxito y supervivencia propia».
«Vemos que, para mantener un estatus, una posición y el poder cometen atrocidades y violaciones que acarrean dolor y muerte en el medio de la familia que Dios ha establecido como fundamento de la humanidad”, indicó.
Asimismo dijo que “no podemos darnos por vencidos tan solo porque vemos a algunos vencer temporalmente ya que todo llega a su fin y Dios siempre se sale con las suyas».
«Los que son enemigos de la familia, los que son enemigos del plan original de Dios no llegan largo, se van desapareciendo poco a poco, eso sí, dejando un rastro de maldades y sangre derramada que darán cuenta de sus delitos que han cometido en esta vida”.
Agregó: “los que mataron jóvenes, niños, declarando que se suicidaron cuando sabemos que fueron víctimas de sus propias vidas desalmadas y cínicas”, sostuvo Somarriba recordando sin mencionar el caso del asesinato del niño Tayler Lorío, quien murió a balazos de paramilitares en 2018, pero en el hospital afirmaron que se suicidó con un disparo en la cabeza.
Somarriba: infierno a verdugos de los “más pequeños”
El padre Marcos Somarriba, también mencionó la importancia de los niños para Jesús.
“En el juicio final los justos serán recibidos porque dieron de comer a ‘uno de estos más pequeños’, hay de aquellos que han hecho pasar hambre a los hijos de Dios, hay de aquellos que les han traído sufrimientos y les han causado sed de justicia, a quienes han desnudado de su dignidad como personas, a quienes han torturado y encarcelado sin juicios y a base de leyes ilegitimas e inventadas a su conveniencias, hay de aquellos que han enfermado a sus semejantes ignorando su males y sufrimientos”.
Explicó que en los evangelios, la expresión “pequeños” (en griego se dice elachistoi, mikroi o nepioi), algunas veces indica “niño”, otras, los sectores excluidos de la sociedad.
Las dictadura, las «serpientes y los alacranes»
Somarriba dijo que en un mundo contemporáneo afectado por dictaduras, que a menudo dividen y distorsionan la confianza y la justicia, esta enseñanza resalta la intención original de Dios para las relaciones humanas: la unidad, el amor y la verdad.
“El ideal del matrimonio puede ser visto como un símbolo del pacto que debería existir entre gobernantes y ciudadanos, basado en confianza, justicia y fidelidad”, afirmó.
“Las dictaduras políticas y criminales reflejan una dureza de corazón amplificada, donde la injusticia y la opresión se normalizan. En este contexto, el recordatorio de Jesús nos insta a trabajar hacia una transformación del corazón que permita relaciones justas y una gobernanza equitativa”, advirtió.
“Dios no tolera la maldad, la crueldad, el rechazo y la manipulación del ser humano a manos de gente arrastrada y mezquina, serpientes y alacranes que envenenan al pueblo de Dios».
«Tarde o temprano les llegará, como le ha llegado ya a algunos, el momento de dar cuentas y ahí será el rechinar de dientes y el terror de los desalmados que roban la felicidad y el bienestar de lo creado por Dios mismo”.
padre marcos somarriba