La dictadura de Nicaragua salió en defensa de sus pares Cuba y Venezuela, en la 79° sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), mientras que por otro lado denunció lo que denominó el «genocidio que el gobierno de Israel y sus aliados (…) siguen cometiendo contra el pueblo palestino».

El ministro de Relaciones Exteriores del régimen, Valdrack Jaentschke, participó en representación del dictador Daniel Ortega en la sesión del plenario de la ONU.

Ortega no participa en el pleno desde hace más de 16 años, tras retornar al poder en 2007 y atornillarse a punta de violencia, fraudes y corrupción.

El canciller de la dictadura salió en defensa de los llamados «modelos propios de institucionalidad y democracia participativa» de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Estos países son señalados de socavar la democracia y por violar los derechos humanos de sus pueblos, según varios gobiernos y organismos internacionales.

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También se solidarizó con la causa palestina. «No nos callamos, ni nos callaremos», dijo Jaentschke en el estrado.

El canciller del régimen nicaragüense no hizo mención ni respondió a los señalamientos en las Naciones Unidas de países como Costa Rica, que denunciaron en el país centroamericano sufre «una dictadura» que genera una masiva migración en la región y de Guatemala, que acusó a Managua de «reprimir las aspiraciones de libertades y justicia».

Valdrack Jaentschke tampoco aludió a la crisis que vive Nicaragua desde 2018, que ha dejado más de 300 muertos y miles de exiliados.

Según diversos informes de organizaciones de derechos humanos, la dictadura que encabeza Daniel Ortega y Rosario Murillo ha cometido abusos y acciones consideradas crímenes de lesa humanidad.

Entre las atrocidades de los Ortega-Murillo se documentan casos de ejecuciones extrajudiciales, destierro, torturas, violaciones sexuales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y otros crímenes.

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