El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, dijo el domingo que quienes causan dolor a los pueblos por ambición de poder, merecen a como dijo Jesús, ser arrojados al fondo del mar amarrados con una piedra de molino al cuello.

«Quienes exilian, encarcelan, persiguen y despatrian, reciben la siguiente sentencia: “¡Soga al cuello, con una piedra de molino para ser arrojado al fondo del mar!”, dijo Somarriba.

«¿Por qué tanta severidad?», se preguntó el sacerdote para luego contestar: «¡Porque Jesús se identifica con las victimas! Quien les toca, toca a Jesús».

Añadió que Jesús con palabras firmes y severas sobre los peligros de ser ocasión de pecado para otros a través del escándalo, especialmente para los «pequeños que creen» en Él, y utiliza imágenes fuertes para subrayar la seriedad del pecado en la vida del cristiano.

«Jesús ordena a la persona cortarse la mano, pie y sacarse el ojo, si fuesen motivo de escándalo», afirmó Somarriba.

Pero explicó que cuando Cristo hace advertencias como: “Es mejor entrar en el Reino de Dios con un pie (mano, ojo) que entrar en el infierno-Gehenna con dos pies (manos, ojos)”. Estas frases no pueden ser tomadas literalmente, porque significan que la persona debe ser radical en su opción por Dios y por el Evangelio.

Contra «Los encumbrados de pecho hinchado»

«En el contexto de personas y regímenes corruptos, estas palabras son un llamado urgente a reconocer cómo las acciones inmorales y las riquezas obtenidas de manera ilícita no solo afectan a quien las comete, sino que se convierten en escándalo que arruina la moral y la esperanza de toda una sociedad. Los actos de corrupción y explotación causan tropiezos, dolores y muertes a muchos, especialmente a los que reclaman sus derechos», dijo el padre Marcos.

En este contexto, invitó a que la feligresía a pensar en aquellos que, aun sin pertenecer a los círculos más estrechos de poder o influencia, trabajan por el bien común.

«Los encumbrados de pecho hinchado, los que se imponen sobre los demás por medio del poder mal adquirido, enriquecidos con lo mal habido, muchas veces ven como amenazas a aquellos que buscan simplemente hacer el bien, porque eso revela sus propias injusticias», aseveró.

Padre Marcos Somarriba
Padre Marcos Somarriba

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Somarriba: «Que oigan los ensordecidos»

Somarriba dijo que el pasaje de Santiago es una severa advertencia a los ricos que han acumulado sus riquezas de manera injusta y han oprimido a los pobres. Santiago comienza advirtiendo a los ricos con bienes mal habidos sobre las desgracias que les esperan. Habla sobre la corrosión de sus riquezas y cómo esta es un testimonio en su contra.

«Que presten oídos los ensordecidos hoy por poderes usurpados, los de riqueza mal habidas y los que se han dejado conquistar sus egos inchados por la arrogancia de su falso bienestar», indicó Somarriba.

Luego agregó con que «la riqueza acumulada injustamente es temporal y, a los ojos de Dios, no tiene valor duradero. Los sepulcros se encargan de eso».

En ese sentido el sacerdote dijo que el mensaje desafía a todos a considerar la forma en que usan los recursos y a trabajar para construir una sociedad más justa y equitativa, escuchando siempre el clamor de los pobres y oprimidos.

«Jesús nos insta a tomar medidas radicales para eliminar el pecado en nuestras vidas, describiendo la necesidad de cortar cualquier parte de nosotros que cause pecado. Esto es una metáfora poderosa de la necesidad de transformar radicalmente nuestras comunidades y sistemas. Implica un esfuerzo consciente por desarraigar la corrupción y las estructuras injustas que permiten que lo mal habido florezca», explicó.

«No podemos ser cómplices de la injusticia permaneciendo pasivos. En cambio, inspirados por las palabras de Jesús, caminemos con valentía por los caminos de la justicia, sabiendo que, aunque el camino puede ser difícil, nunca estamos solos».

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