El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, envió al Congreso un memorándum en el que incluye a Nicaragua en la lista de países con mayor producción y tránsito de drogas, en el marco de un informe que define las prioridades presupuestarias para combatir el narcotráfico.
Nicaragua, bajo la dictadura Ortega-Murillo, se une a otras 15 naciones latinoamericanas, como México, Colombia y Venezuela, en esta clasificación, la cual ha generado preocupación por las implicaciones en la cooperación internacional.
El informe también destaca a China, el más reciente aliado económico de la administración del dictador Daniel Ortega, por su participación en la fabricación de precursores químicos del fentanilo, un opioide que ha desatado una crisis de sobredosis en Estados Unidos (EEUU).
“Estados Unidos insta encarecidamente a China y a otros países productores de estos químicos a reforzar sus cadenas de suministro y evitar su tráfico”, señaló Biden en el memorándum.
Nicaragua en el foco por tránsito de drogas
Aunque la inclusión de Nicaragua en esta lista no implica necesariamente una acusación directa al régimen de Ortega por falta de cooperación en la lucha contra el narcotráfico, sí refleja su posición geográfica estratégica como ruta de tránsito de estupefacientes.
La región centroamericana, y en particular Nicaragua, ha sido un corredor crucial para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, exacerbado por la corrupción y la debilidad institucional que facilitan la operación de redes criminales.
El memorándum especifica que la presencia de un país en la lista responde a factores geográficos y económicos que facilitan el tránsito de drogas, independientemente de los esfuerzos del gobierno para combatir el problema.
En el caso de Nicaragua, la falta de un sistema judicial independiente y los vínculos con actores ilegales han sido señalados como obstáculos para un control efectivo del narcotráfico.
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China en el radar por su papel en la crisis del fentanilo
La inclusión de China en esta lista marca un punto importante en las relaciones diplomáticas internacionales, ya que EEUU ha señalado al gigante asiático como el principal productor de los químicos utilizados para fabricar fentanilo, una droga sintética que ha causado más de 109.000 muertes por sobredosis en 2022.
Esta sustancia, fabricada principalmente por cárteles mexicanos a partir de precursores adquiridos en China, es uno de los mayores retos para las autoridades antidrogas estadounidenses.
Biden hizo un llamado a Beijing para que fortalezca las medidas de control sobre estos productos y colabore en la lucha contra el desvío de precursores hacia redes criminales.
Sin embargo, la relación entre ambos países se ha tensado, ya que China ha intensificado sus lazos comerciales con gobiernos como el de Ortega, lo que complica las iniciativas de cooperación global.
Repercusiones en América Latina
La lista de países mencionados por Biden incluye a gran parte de Centroamérica y América del Sur, una región que históricamente ha sido vista como un epicentro del narcotráfico global.
Países como Honduras, Guatemala y El Salvador también están incluidos, todos ellos inmersos en graves crisis sociales y políticas que dificultan su capacidad para enfrentar el crimen organizado.
En el caso de Colombia, el informe advierte que la producción de cocaína se mantiene en niveles históricamente altos y exhorta al gobierno del presidente Gustavo Petro a expandir su presencia en las regiones productoras de coca.
A pesar de los desafíos, Biden destacó que la cooperación con estos países sigue siendo vital para los intereses de Estados Unidos en la lucha contra las drogas.
La inclusión de Nicaragua y la persistencia de Bolivia y Venezuela en la lista de incumplidores de acuerdos internacionales reavivan las tensiones en torno a la falta de resultados concretos en la región, a pesar de los esfuerzos antinarcóticos que Estados Unidos considera «vitales».
Contexto regional de las drogas
En los últimos años, Nicaragua ha sido objeto de múltiples denuncias sobre el incremento del narcotráfico en su territorio, lo que algunos analistas vinculan con el debilitamiento de las instituciones democráticas bajo el gobierno de Ortega.
Mientras tanto, el país ha intensificado su relación con China, alejándose de las alianzas tradicionales con Estados Unidos y Europa.
El reporte anual de Biden deja claro que el combate al narcotráfico sigue siendo una prioridad de seguridad nacional para Washington, con énfasis en la lucha contra las drogas sintéticas como el fentanilo.
Para Centroamérica, este reporte subraya la urgente necesidad de fortalecer las instituciones y mejorar la cooperación internacional para enfrentar un problema que no solo afecta a Estados Unidos, sino también a las comunidades locales atrapadas en el ciclo de violencia y corrupción.