La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, canceló hoy la personalidad jurídica de la Iglesia Morava de Nicaragua y de otras 168 organizaciones no gubernamentales (ONG)
En un nuevo golpe contra la religión y la sociedad civil del país la dictadura criminal de los Ortega-Murillo, a través del Ministerio del Interior (MINT), aplicó la guillotina contra la Iglesia Morava, con profundas raíces en las comunidades de la Costa Caribe de Nicaragua.
La medida fue oficializada mediante un decreto publicado en La Gaceta, el diario oficial de Nicaragua, donde la ministra del Interior, María Amelia Coronel Kinloch, justificó la «Cancelación de Personalidad Jurídica y Registro» de estas organizaciones por supuestos incumplimientos legales.
Según el decreto, las ONG “han incumplido con sus obligaciones conforme al marco normativo” al no presentar sus estados financieros durante periodos de entre 2 y 30 años.
Entre las organizaciones canceladas se encuentran asociaciones de ganaderos, iglesias evangélicas, clínicas de beneficiencia y excombatientes, además de la histórica Iglesia Morava de Nicaragua, fundada en 1849 por misioneros de Alemania.
La Iglesia Morava se ha destacado por su labor social, educativa y de salud en la Región Autónoma de la Costa Caribe, particularmente en Bluefields y otras zonas habitadas por comunidades indígenas y afrodescendientes.
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Lo de la Iglesia Morava es persecución religiosa al estilo nazi
La reciente cancelación de la Iglesia Morava se enmarca en un contexto más amplio de persecución religiosa y represión de la sociedad civil en Nicaragua.
Desde 2018, el régimen de Ortega ha intensificado su ofensiva contra diversos sectores que considera opositores, incluyendo la Iglesia Católica, iglesias evangélicas, y ahora, la Iglesia Morava.
Esta última es una de las principales religiones en la Costa Caribe nicaragüense, con más de 200 mil feligreses, principalmente entre las comunidades indígenas miskitu, mayagnas, y afrodescendientes.
La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional denunció recientemente que la Iglesia Morava es víctima de la persecución del régimen debido a su papel fundamental en el apoyo a las comunidades indígenas.
«Entre las comunidades indígenas y afrodescendientes, la religión principal es el protestantismo moravo, y por ello han sido objeto de ataques sistemáticos por parte del gobierno de Ortega», señaló Anexa Alfred, líder mískitu exiliada.
Ataques sistemáticos y violaciones de derechos humanos
La represión contra la Iglesia Morava también refleja la continua violación de los derechos humanos de las comunidades indígenas y afrodescendientes en Nicaragua, que enfrentan persecución, criminalización, destierro, desaparición forzada, masacres y desplazamiento forzado.
Estas acciones están relacionadas con la invasión de sus tierras y el saqueo de sus recursos naturales por parte de actores vinculados al gobierno.
Desde 2018, el régimen de Ortega ha cerrado más de 5,700 ONG, alegando motivos administrativos que los críticos consideran una excusa para eliminar cualquier forma de disidencia o resistencia civil.
Estas cancelaciones masivas han dejado a miles de nicaragüenses sin acceso a servicios esenciales, como educación, salud y asistencia social, que tradicionalmente eran proporcionados por estas organizaciones.
La nueva ola de cancelaciones de esta semana subraya el esfuerzo continuo del régimen sandinista para silenciar a la sociedad civil y consolidar su control autoritario sobre el país, en medio de crecientes denuncias internacionales de violaciones a los derechos humanos y represión política.