La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, decidió dar «por terminado» el miércoles el tratado de extradición que existía con Estados Unidos, EEUU, entre los dos países, informó el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina.
El canciller Reina indicó que ha remitido una nota verbal a la Embajada de EEUU en Honduras en la que notifica «oficialmente la denuncia al Gobierno de los EE.UU. del tratado de extradición» entre las dos naciones.
El anunció se produce horas después de que la presidenta hondureña, Xiomara Castro, ordenara a Reina «denunciar» el tratado de extradición con Estados Unidos luego de que la embajadora de EE.UU. en Tegucigalpa, Laura Dogu, expresó la preocupación de su país por la reunión de autoridades de Defensa de Honduras con el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
Medio centenar de hondureños solicitados en extradición, principalmente por Estados Unidos, en su mayoría por narcotráfico, han sido extraditados por Honduras entre 2014 y 2024, según cifras oficiales.
Castro ordenó la denuncia del tratado de extradición con EE.UU. después de que la embajadora Dogu, expresó la preocupación de su país por la reunión de autoridades de Defensa de Honduras con el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
Lea: Xiomara Castro como títere de Ortega: promueve a Mel Zelaya para el SICA
¿Qué dijo la embajadora de EEUU?
Dogu dijo este miércoles a periodistas que fue “sorprendente y un poco decepcionante ver oficiales del Gobierno (hondureño) sentados con miembros de un cartel basado en Venezuela», cuando la presidenta Castro «está en una lucha constante contra los narcotraficantes”.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció en septiembre de 2018 nuevas sanciones económicas contra «el círculo cercano» del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, incluida su esposa, Cilia Flores, y el titular de Defensa, Vladimir Padrino López.
La presidenta hondureña señaló además que «la injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable».
Agregó que «agreden, desconocen y violan impunemente los principios y prácticas del derecho internacional, que promueven el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la paz universal. Basta».