El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, hizo un llamado a tener cuidado con los «buitres políticos modernos que desvaloran la vida, la familia, la fe, la comunidad y solo inventan y viven antivalores humanos».
Somarriba recordó en la Primera Lectura del domingo, que Josué preguntó al pueblo de Israel que se había contaminado siguiendo a dioses inventados, prefabricados a antojos personales a quien querían servir: «¿Si no les agrada servir al Señor, digan aquí y ahora a quién quieren servir?», preguntó.
Esa misma pregunta, dijo el sacerdote se plantea hoy, en el presente, en el medio de muchos que dan la espalda y persiguen al Dios que les ha cuidado, al Dios que les ha guiado, al Dios que les ha protegido y al Dios que les ha sido fiel.
«El no seguir a este Dios del cual habla Josué es ya ponerse la soga al cuello. Esta elección de abandonar todo camino que Dios ha plantado, solamente puede producir gente sin escrúpulos, sin respeto a la vida y el derecho ajeno», dijo Somarriba.
Luego añadió que esa actitud y opción de reemplazar a Dios y tomar su lugar como «indispensable», crea gente desuhumanizada que bajo la apariencia de ser fuente de seguridad y bienestar de los demás. solamente engendran frutos amargos.
Los que se han hecho cúpula a sí mismos
El pueblo respondió a Josué afirmando su fidelidad al Señor, reconociendo las obras poderosas que había hecho por ellos.
«Hoy hay gentes que afirman su fidelidad en personas equivocadas que se han hecho cúpula así mismos y que son infieles a sus propias bases, pensando y exigiendo que sus bases deben de cualquier forma serles fiel a la cúpula a cualquier costo o serán castigados», indicó el prelado.
Recordó que como Josué dio la elección clara ante el pueblo, en el ámbito político contemporáneo, los ciudadanos son llamados a tomar decisiones sobre el tipo de liderazgo y los valores que desean que guíen su sociedad.
«Esto es lo normal, lo ideal para toda nación y pueblo, pero todavía en este siglo XXI nos encontramos con buitres políticos que no ofrecen ningún liderazgo que lleve al bienestar del pueblo y de las gentes que por derecho tienen, que no son del todo gente que guían a su pueblo, a la gente a puerto seguro, sino lo llevan a zozobrar en el mar de la vida…».
«Son buitres políticos que aniquilan y destruyen todo sentido de comunidad y que sustituyen con borregos ciegos y sacrificables, buitres políticos modernos que desvaloran al vida, la familia, la fe, la comunidad y solo inventan y viven antivalores humanos», disertó el padre.
En ese sentido señaló que en la política actual, esto se traduce en reconocer las injusticias históricas para no repetirlas y para reivindicar los derechos de aquellos que históricamente han sido oprimidos o marginados.
Una vez que pase el oprobio asegurarse que no vuelva a suceder
«Tenemos que asegurarnos que cuando se acabe nuestro oprobio, esto no vuelva a suceder, es desgarrador vernos sumidos en la persecución, en la opresión, en el encarcelamiento y la muerte de los inocentes que solamente exigen lo que por derecho tienen y se merecen, es desgarrador tener que sufrir exilios varias veces».
«No se nos olvide el dolor de las víctimas, el sufrimiento causado por estos buitres políticos que solo se dedican a devorar la vida de quien no les es fiel, sino que son fieles al Dios de la vida, de la paz y de la justicia», dijo Somarriba.
«Al elegir servir al Señor -añadió Somarriba- el pueblo está optando por un camino de libertad y justicia. En un contexto político, esto puede compararse con la elección entre sistemas políticos democráticos, que valoran la libertad y los derechos humanos, y regímenes dictatoriales, que a menudo recurren a la opresión y la injusticia».
«La decisión de servir a Dios también tiene un fuerte componente comunitario; es una declaración de unidad y un compromiso con el bien común. En oposición, los dictadores o buitres políticos tienden a fomentar divisiones y enfocarse en el interés propio o de un pequeño grupo en detrimento de la mayoría».
El párroco de Santra Agatha, concluyó al indicar que todos los «buitres humanos» se hacen centro, «porque creen que sin ellos en su miserable pensamiento la cosa no va, no camina, haciéndose indispensables para la vida de los demás».
«Este contraste resalta la diferencia entre una vida de humildad, centrada en la verdad y el bien común, y una vida llena de mentiras y de manipulación egoísta, donde el poder y el control son los objetivos».