Por Café con Voz
A pesar de que no pudo estar a tiempo para enterrar a su bisabuela paterna, lo primero que hizo Sayra Laguna Zúniga al llegar a su tierra natal fue visitar la tumba de su familiar en el cementerio.
Y aunque por ahora se siente feliz de estar en familia, no pretende quedarse en su país, de donde tuvo que migrar para buscar mejores alternativas para su carrera deportiva.
Con profunda nostalgia se escucha cuando recuerda a su ser querido fallecido, asegurando que es una de las personas a las que más ha amado, “sin embargo doy gracias a Dios porque el tiempo de él es perfecto y no puedo reclamarle sino darle gracias porque él nos mantuvo con bien, con vida”.
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Dos semanas en el limbo
La travesía que vivió en suelo guatemalteco fue dura. Ahí estuvo junto a 45 nicaragüenses que también pretendían regresar rápidamente a su patria pero su estadía en la frontera duró 11 días en los que aguantaron muchas incomodidades como dormir en el suelo, por ejemplo.
El grupo pudo ingresar a Nicaragua a la medianoche del sábado.
“Por once días dormimos en el suelo, dando gracias a Dios que el dueño de la gasolinera que está cerca, a unos 200 metros del puesto fronterizo, nos dio una acera y ahí estuvimos durmiendo en el suelo, recibimos ayuda humanitaria del padre José Luis González, un español de la orden jesuita, del padre Carbajal que estuvo al pendiente, doña Flor para coordinar la comida que nos daban“.
“La Cruz Roja de Guatemala y de Honduras nos acompañaron, Acnur de Guatemala. Se sumaron periodistas de Honduras y Guatemala a apoyarnos, la ayuda de doña Violeta Delgado fue fundamental en todo este proceso, el Ejército y Policía Civil de Honduras, nunca padecimos de hambre por ese apoyo”, recuerda la deportista.
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Un viernes negro
“Cuando el viernes (17 de julio) me dijeron que mi bisabuela murió me sentí fracasada, que ya no tenía fuerza, sentí una desesperación, el sábado (18 de julio) en la mañana hicimos gestiones y chequeo, fue difícil porque no pude estar en la vela y entierro y cuando regresé a mi casa me bañé, desayuné y me fui al cementerio a ver de qué manera me desahogaba…Dios sabe que di lo mejor de mí para estar a tiempo pero los propósitos de Dios son perfectos”, comentó Laguna.
De la ayuda del Gobierno de Ortega le queda un sabor amargo pues asegura que aunque trataron de tocar muchas puertas, encontraron más apoyo en otras autoridades que en las de su país y tiene un mal recuerdo de la embajadora de Nicaragua en Guatemala.
A la funcionaria la que señala como una mujer “desagradable y negativa” porque aunque la buscaron varias veces nunca les dio una respuesta amable ni positiva, actitudes que ellos esperarían de una funcionaria diplomática.
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Tratada peor que a narcotraficante
Al llegar a territorio nicaragüense Laguna también vivió una mala experiencia, pues asegura que fue a la única a la que revisaron documentación e hicieron toda clase de preguntas.
“En lo personal vos sabes que mi situación sociopolítica no está tan buena porque yo he sido amenazada de muerte y de mil maneras por parte de funcionarios del partido sandinista y fanáticos que no les gusta que otras personas alcen la voz y se enojan, sin embargo no le paro importancia sé que me tengo que cuidar y Dios cuida de mí“, dijo.
“Pero esta gente en ese punto fronterizo desde que llegué me escanearon, me revisaron, chequearon hasta tres veces, haciéndome preguntas, mis maletas esculcadas, me grabaron, me tomaron fotos… yo les dije que me estaban tratando como que fuera narcotraficante, les dije a ellos: hasta custodia le dan ustedes y no los tratan de la manera como me están tratando… no me contestaron nada y me pregunto por qué cada vez que paso por ese punto fronterizo siempre hay problemas, me enoja, me choca porque ya lo veo personal y esto no va a terminar hasta que el dictador se vaya”.
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Al fin en casa
Sayra llegó a eso de las 6:46 de la mañana de este domingo a su hogar. En su cuenta de twitter escribió “bendito sea mi Dios por estar en mi casa con mi abuela materna. Agradezco el acompañamiento de @YoarquiM (la abogada Yonarqui Martínez). Dios bendiga nuestras vida”.
La abogada Martínez y el Centro Nicaragüenses de Derechos Humanos (Cenidh) acompañaron en la frontera a este grupo y a través de sus cuentas en Twitter reportaron las incidencias de su retorno.
Migración de Guatemala informó el sábado que “luego de realizar las coordinaciones correspondientes, salieron por el Puesto Integrado de Corinto, 46 nicaragüenses que se encontraba varados en nuestro país. El Instituto Guatemalteco de Migración garantiza una migración regular, ordenada y segura”.