El sacerdote Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, advirtió este domingo que quienes han decidido perseguir a los servidores de Dios, han decidido «entrar en una guerra que no ganarán, porque Dios gana para todos y no pierde contra nadie».
Somarriba al referirse al referirse al evangelio de Juan, donde los judíos murmuraban después que Jesús afirmó: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo», cuestionando si aquel hombre que conocían desde niño, podía hacer tales afirmaciones.
«Este pasaje tiene un profundo significado espiritual y teológico, pero también puede ser interpretado desde una perspectiva de justicia social dentro de la enseñanza de la Iglesia Católica, porque (es la iglesia) fundamentada en la dignidad humana, la solidaridad y el bien común, la que encuentra eco en este pasaje, ofreciendo reflexiones relevantes para la vida comunitaria y la lucha por un mundo más justo», dijo el prelado.
En ese sentido reflexionó sobre como al echar la mirada alrededor y ver tanta falta de bienestar comunitario, tanta violencia del ser humano contra el ser humano, se deduce que algo no anda bien en la sociedad y en los pueblos que viven bajo opresión y persecusión.
«Las personas que están causando este daño inconcebible pocas veces visto y vivido, son personas que le han dado la espalda a la intención y al plan de Dios, que nos sigue procurando a través de los medios por los cuales se puede evitar este caos y sufrimiento que se esta viviendo a manos de gente sin fe y sin Dios», indicó.
«Dios gana para todos y no pierde contra nadie»
Y añadió: «Que tengan sumo cuidado, que atacar al Pan de Vida, es atacar a Jesús, atacar, perseguir y querer hacer desaparecer al Pan de Vida (Jesús) es atacar a su iglesia. Quien no respeta y quien violenta al Pan de Vida y su medio por el cual se hace presente, que tengan cuidado ya que han comenzado una guerra que no van a ganar nunca porque Dios gana para todos y no pierde contra nadie».
Somarriba explicó que estos «violentos comunitarios piensan que quien les respalda en su esoterismo y dependencias idolatras son más poderosos que el Pan de Vida, que Jesús, que su iglesia, que sus apóstoles y sacerdotes, pero que pronto se despertaran de su arrogancia y de su poder maquiavélico obtenido a base de politeísmos y falsas deidades poniendo su confianza en sus creencias poderosas y que no hay Dios contra ellos que les pueda vencer.
Su mensaje llega en momentos en los que la dictadura sandinista que encabezan Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha retomado los secuestros y destierros de más sacerdotes de la iglesia Católica, en una persecusión infernal nunca antes vista en nuestro país con tanto odio e impunidad. Secta Ortega-Murillo sostiene diabólica ola de secuestros a cristianos en Nicaragua
Mensaje a quienes sirven a poderosos y terminan aplastados por ellos
El padre Marcos consideró que es mejor que «tengan cuidado quienes se tiran en contra de la iglesia de Jesucristo, en contra de la presencia eucarística en medio de la comunidad y se creen que tienen el poder, la autoridad y la capacidad para controlar, perseguir al pueblo de Dios, porque Dios tarda, pero no olvida».
De igual manera dijo que en Juan capítulo 6, Jesús se identifica como el Pan que desciende del cielo, dándose a sí mismo para que el mundo tenga vida y por eso solo Jesús da la vida verdadera, todos los demás que ofrecen la vida fuera de Jesús son impostores que con su ofrecimiento de dar una buena vida, lo que acaban dando es muerte.
«Solo difunden sufrimientos aun a los suyos propios, hemos visto como a través de la historia sus acciones maquiavélicas en nombre de sus dioses manipulables y falsos, causan estragos hasta dentro de sus propios seres queridos, sus propios familiares por generaciones y también a los que los siguen y apoyan por unos pesos ensangrentados. Hermano y hermana que te prestas para ser instrumento del mal recapacita en nombre de tu familia y tu descendencia», invitó Somarriba.
A la vez afirmó que la Iglesia Católica enseña que la dignidad humana implica el acceso a lo necesario para vivir una vida digna: alimento, vivienda, educación, salud, y oportunidades de desarrollo, por eso la iglesia universal, la iglesia católica da el mismo Pan y lo seguirá ofreciendo no como un premio a los buenos, sino como alimento que es necesario para la vida de la familia, de la comunidad y la vida del pueblo de Dios.
La iglesia seguirá denunciando a los poderosos, eso enseñó Jesús
Sin embargo, explicó Somarriba, la plenitud espiritual no puede desligarse de las necesidades materiales, porque la Iglesia, inspirada por este pasaje, defiende el derecho de todos a lo necesario para vivir dignamente, luchando contra la pobreza y la exclusión.
«La iglesia seguirá denunciando la injusticia, la violación de los derechos inalienables de todo ser humano, aun, al precio de ser perseguida como lo fue Jesús, acusada injustamente como lo fue Jesús, oprimida como lo fue Jesús, encarcelada como lo fue Jesús, azotada y violentada como lo fue Jesús, crucificada como lo fue Jesús, pero también resucitada como lo fue Jesús porque las fuerzas del mal no podrán contras las puertas del reino de Dios, y para que más quede claro, Jesús es la puerta y nunca podrán contra Él», advirtió.
«Estemos claros, nada ni nadie puede ni podrá impedir que Cristo se haga presente en cada altar de tu parroquia», finalizó el padre Marcos Somarriba no sin antes añadir que la iglesia, en su misión social, «se inspira en este mensaje, no para ser política, sino para promover políticas, y acciones que aseguren que todos tengan acceso a los bienes necesarios para una vida digna».