El régimen corrupto y criminal de la familia Ortega-Murillo oficializó hoy la destitución de Arlette Cristiana Marenco Meza, quien ocupaba los cargos de Viceministra General de Relaciones Exteriores y Secretaria de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Su caída develó una corrupción galopante en todas las esferas de la administración pública de la dictadura sangrienta.
La medida contra Marenco, anunciada a través del Acuerdo Presidencial 113-2024 y publicada este martes en el diario oficial La Gaceta, también revoca su nombramiento como Asesora del Presidente para Relaciones Internacionales.
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Sirvió mientras castigaban al espía Valdrack Jaentschke
Marenco había asumido la vicecancillería en 2021, tras la salida temporal del tenebroso conspirador y espía Valdrack Jaentschke.
Ella pasó de ser secretaria de Jaentschke al segundo cargo más importante en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fuentes internas mencionaron que fue designada por ser la única funcionaria disponible en ese momento.
La semana pasada trascendió que Marenco fue detenida por la Policía junto a su esposo, Reynaldo Vidaurre Benavídez, empleado de Enatrel.
Ambos enfrentan graves acusaciones de corrupción, según información de allegados y empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Marenco, figura de confianza en el régimen de Ortega y Murillo, era destacada en los medios oficiales por recibir las cartas credenciales de diplomáticos extranjeros en lugar del canciller Denis Moncada.
En 2022 se la señalaba de “regañar, sermonear y hostigar” a los embajadores que no asistían a los actos propagandísticos del régimen.
Informes de esa época indicaban que los embajadores de la Unión Europea eran convocados para ser “reprendidos” por la hoy defenestrada vicecanciller.
De nada le sirvió ser paramilitar de los Ortega-Murillo
El esposo de Marenco, Vidaurre Benavídez, es un paramilitar confeso y también había ocupado varios puestos, incluyendo el de director de Relaciones Internacionales de la cancillería y secretario nacional de organización de la Juventud Sandinista.
Durante las protestas de 2018, el paramilitar lideró brigadas de choque contra los manifestantes. Al momento de su detención, trabajaba en Enatrel.
La dictadura no ha proporcionado información adicional sobre los motivos específicos de la destitución de Marenco ni sobre su actual paradero.
La opacidad en torno a su situación ha generado preocupación y especulación entre las filas de serviles del régimen, sobre el destino de la exfuncionaria y su esposo.