El párroco de la Iglesia Santa Agata en Miami, Marcos Somariba, afirmó el domingo que quienes se creen «faraones eternos» por haberse injertado en «los troncos del poder, el dinero, y las armas adquirido por medio de fraudes, mañas y mentiras», saben que su tiempo termina y que como ramas secas serán quemados en el fuego eterno.

Somarriba basó su homilía dominical en la parábola de la vid, del libro de Juan, que compara a Dios con la savia que permite dar frutos. En su mensaje, el dacerdote le recuerda a quienes actúan lejos de Dios, que no dan frutos buenos y por el contrario, destruyen vidas, pueblos.

«Somos un pueblo que lleva por dentro la capacidad para atravesar las montañas de odio de los sarmientos desprendidos de la vid, somos un pueblo que debe permanecer unido al que ha bajado a los infiernos, ha subido al cielo pero que no se ha desentendido de su pueblo ue son sus sarmientos», indicó Somarriba.

Añadió que los cristianos permaneciendo en Jesús es que aprenden a salir de los sarmientos o ramas secas que solo dan frutos malos, frutos que no alimentan la vida, la paz y la justicia ya que son sarmientos que se han trasplantado a las viñas creadas e inventadas por los hombres y no por Dios, «las viñas de la violencia, un sarmiento unido a la vid-a Jesús no mata, no persigue, no envenena con la sabia de la mentira, el abuso, la persecusión y la sabia de la muerte».

«Vean el ejemplo de nuestros países de donde venimos sin Dios, sin Dios  es caos y miseria, es un infierno la definición de infierno es vivir sin Dios, la definición de cielo, es muy sencillamente, es vivir con Dios la diferencia, es muy sencilla y clara de entender. Dios quiere un mundo más humano y feliz para todos, su deseo es vernos vivir en paz, sin persecuciones, sin muerte, sin exilio, sin dolor, sin opresión ni tortura”, dijo Somarriba. 

Somariba sostuvo que «existen muchos sarmientos caídos porque no permanecen en la agenda y misión de Jesús quien es la vid, son sarmientos o ramas que se secan con el pasar del tiempo, pero que, injertándose en los troncos del poder, el dinero, y las armas adquirido por medio de fraudes, mañas y mentiras, se creen sentir una sabia que les mantiene fuera del fuego donde serán echados porque, al fin y al cabo, aunque se crean con vida se secaran».

Ni faraones modernos ni brujas serán eternos

Esos sarmientos que pretenden haber conseguido sabia para seguir vivos, afirmó el párroco de Santa Agata, saben que tienen caducidad y no llegaran lejos porque sin Dios no pueden hacer nada.

 “A todo faraón le llegará su día. A todo aquel o aquella que atente contra tu vida se secará, terminarán siendo devoradas por el fuego que no se apaga, estos y estas que atentan contra la vida del pueblo de Dios, no ven más allá de sus envidias y ambiciones, a cualquier precio quieren comprar vida aún cuando se van secando y ya decrépitos están,  tratan por todos medios de conseguir a base de manipulaciones, de las deidades  o brujerías», dijo Somarriba.

«Hoy experimentamos en nuestros pueblos que algunos han secuestrado el “Yo soy” de Jesús y se lo han aplicado a sí mismos, a base de opresión, a base de la fuerza ya que, doblegando a otros, se han encumbrado como la nueva VID-tronco- árbol de donde prometen y juran a todos sus secuaces, los sarmientos secos que lo que están haciendo en nombre de ellos hace patria, defiende al pueblo, le trae paz y le da todas las excusas para arremeter y destruir, para robar y expulsar. Son ramas secas a la vereda del camino que serán recogidas, las arrojarán al fuego y arderán», señaló el sacerdote. Padre Marcos Somarriba: «Los que pisotean y aplastan las esperanzas de los pueblos serán un día removidos»

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