Voces en Libertad. Por segundo año consecutivo, la Semana Santa en Nicaragua no será la misma de otros años. Una vez más, el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, prohíbe las procesiones y mantiene la persecución contra la iglesia Católica, contra sus sacerdotes y   obispos. 

Este domingo, día en que la Iglesia Católica en el mundo inició la Semana Santa con el tradicional Domingo de Ramos, los feligreses acudieron de forma masiva a los templos para participar en el inicio de estas festividades religiosas que están marcadas por la oración, penitencia y el ayuno.

Los feligreses que participaron de las procesiones que este año fueron “intramuros”, para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, señalaron que estos días son especiales para elevar sus plegarias por la paz de Nicaragua y para pedir de manera personal, por cada intención individual o familiar.

“Hemos venido al templo para tomar nuestras palmas benditas y para elevar nuestras oraciones por nuestra Patria. Esta Semana Santa es muy especial porque a pesar de todas las dificultades que estamos pasando, nos estamos acercando más a Dios”, expresó doña María Canales, quien llegó en compañía de su familia a la misa matutina que se realizó en el templo del barrio donde habita en Managua.

Caridad

Aunque los feligreses están claros que la Iglesia Católica siempre invita a hacer ayuno, oraciones y caridad, los creyentes dicen que estos días santos también son para compartir con quienes más lo necesitan.

“Siempre es bueno hacer obras de caridad, principalmente con los hermanos enfermos y adultos mayores. Muchos de ellos no tienen para comprar sus medicinas y lo más triste es que nosotros, siendo personas bautizadas, no les hablamos del amor de Dios cuando ellos más lo necesitan”, compartió don Marcos Zúniga, otro poblador de la zona occidental de Managua.

“Como personas católicas tenemos la obligación de evangelizar a nuestros hermanos que aún no conocen de Dios”, agregó el señor de 65 años de edad, mientras elaboraba una cruz con la palma que tomó durante la celebración litúrgica de su iglesia.

Entre las obras de caridad que los feligreses harán, también está el acompañamiento a las personas enfermas que necesitan una palabra de fe en estos momentos difíciles de sus dolencias corporales.

La petición de la Iglesia

Un sacerdote de Managua que fue consultado para este reporte, recordó que las personas que gritaban vivas a Jesús cuando entró a Jerusalén a bordo de una burrita, fue la misma que días después le dio la espalda. “Por intereses personales pedían que lo crucificaran, sabiendo su inocencia”, dijo,  por lo que invitó a los creyentes a autoevaluarse sobre cómo se encuentran ellos con Jesús.

“En esta Semana Santa, debemos reflexionar sobre cómo estamos en estos momentos con Jesús. ¿Somos aquella muchedumbre que lo aclamaba o que le dio la espalda y pedía que lo crucificaran por satisfacer sus intereses personales?”, reflexiona el sacerdote.

“A lo largo de nuestras vidas, como personas, tendremos tentaciones, pero Dios es tan bueno que para evitar caer en ellas nos pide orar para no caer en tentaciones y eso es parte de las lecturas de este Domingo de Ramos y del Viernes Santo cuando se conmemoran los oficios de la pasión”, agregó.

El religioso también explicó que las palmas que se entregaron este domingo, significan sacrificio, por lo que recordó que en la vida del ser humano, también hay momentos de dificultad a como los pasó el mismo Jesús. “Esta palma que recuerda el sacrificio, también significa victoria y eso en nuestra vida terrenal nos recuerda que a pesar del sacrificio que pasó Jesús, al final resucitó victorioso”, finalizó.

En algunas parroquias a nivel nacional, fue notoria la presencia de agentes parapoliciales, quienes estaban pendientes de los movimientos de los feligreses. Durante el sábado, jefes policiales visitaron a los sacerdotes de las parroquias para recordarles la prohibición de las procesiones.

Más de 4 mil procesiones prohibidas

El pasado 19 de marzo, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, denunció en sus redes sociales, que el régimen sandinista prohibió 4.800 procesiones para Cuaresma y Semana Santa de este año.

Según el reporte de Molina, “pocas parroquias realizan procesiones haciendo un recorrido alrededor de la manzana del templo, y la gran mayoría de las parroquias/capillas las efectuarán intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes Diócesis/Arquidiócesis”, escribió. 

Este año, el régimen también prohibió a algunas parroquias realizar procesiones dentro del templo, por lo que los sacerdotes han decidido sustituirlas por el rezo del rosario o la vela de una imagen. Padre Marcos Somarriba: «Ser sapo no garantiza el charco»

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