En las últimas 24 horas, la dictadura sandinista secuestró a tres sacerdotes católicos. El último en ser secuestrado es el Padre Cristóbal Gadea de 40 años de la Iglesia Nuestra señora de la Merced de El Cuá, Jinotega.
Según fuentes extraoficiales, fue sacado con engaños de la casa cural a las 10 de la noche del domingo. No fue golpeado, indican testigos.
También el domingo, los sacerdotes Julio Ricardo Norori e Iván Centeno, ambos de la Diócesis de Estelí, fueron secuestrados por civiles este domingo 1 de octubre, según denunciaron fuentes extraoficiales.
Norori es sacerdote de la Parroquia San Juan Evangelista de San Juan del Río Coco, Madriz; mientras Centeno es el cura de la parroquia Inmaculada Concepción de María, en Jalapa, Nueva Segovia.
La Parroquia de Centeno pidió la tarde del domingo a través de su cuenta de Facebook “oraciones por nuestra parroquia y nuestros sacerdotes”, sin dar más detalles sobre su secuestro.
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Por otro lado, la página de la parroquia de la iglesia Cristo Rey de Telpaneca, Madriz, negó el secuestro de su sacerdote, como circuló en redes sociales. «Nuestro párroco Erick Ramírez se encuentra en perfectas condiciones en la Parroquia», escribieron por la noche del domingo.
Hasta el momento, el régimen sandinista mantiene en prisión a al menos 11 sacerdotes.
1-Osman Salvador Guillén.
2-Fernando Zamora Silva.
3-Leonardo Guevara Gutiérrez.
4-Jaime Iván Montecinos.
5-Eugenio Rodríguez Benavidez.
6-Cristóbal Gadea.
7-Iván Centeno.
8-Julio Ricardo Norori.
9-Manuel Salvador García.
10-Monseñor Leonardo Urbina.
11-Monseñor Rolando Álvarez Lagos.
El Mecanismo para el Reconocimiento de Presos Políticos reportó que al menos 89 personas son reconocidas como presas políticas hasta el 31 de agosto: 16 mujeres y 73 hombres (incluyendo 10 presos políticos detenidos previo a 2018). La cifra se incrementa en un 14% respecto al mes anterior.
A esta cifra se anexa la detención del sacerdote Osman Amador.
Entre el 1 y el 31 de agosto 2023 se registraron 24 detenciones arbitrarias por posibles motivaciones de persecución política, de las cuales cinco fueron liberadas y al menos 15 personas continúan en cárcel.