El organismo Raza e Igualdad comparó a los regímenes de Nicaragua y Cuba en temas de represión a la libertad de prensa, destacando que hasta mayo de 2023, las dos dictaduras mantienen al menos a tres periodistas secuestrados, únicamente por ejercer su labor de informar a la población sobre las constantes violaciones a los derechos humanos cometidas por las autoridades.
“La cifra es una muestra pequeña de la enorme cantidad de agresiones que estos dos Estados han cometido contra las personas periodistas desde dos momentos históricos vividos por sus poblaciones: abril de 2018 en Nicaragua, cuando la ciudadanía salió masivamente a protestar para pedir la renuncia del presidente Daniel Ortega y vicepresidenta Rosario Murillo del poder; y el 11 de julio de 2021 en Cuba, cuando sus ciudadanos se manifestaron contra la escasez y la difícil situación política, social, económica y de derechos que se registra en la Isla”, señala Raza e Igualdad en un mensaje por el Día de la Libertad de Prensa.
Raza e Igualdad destacó que en Nicaragua el periodista Victor Ticay fue detenido la mañana del 6 de abril de este año cuando salió a grabar una procesión religiosa en el marco de la conmemoración de la Semana Santa.
“Desde entonces, la policía al servicio de Daniel Ortega y Rosario Murillo no han dado información sobre él ni a sus familiares ni a la opinión pública”, destacó.
A 1243 kilómetros de distancia, en Cuba, el periodista Lázaro Valle Roca fue condenado a cinco años de prisión bajo el falso delito de “desacato”, tras publicar el reportaje “Se calentó la Habana, lanzan octavillas conmemorando el natalicio de Antonio Maceo”, que contaba cómo unos mensajes lanzados desde un edificio en La Habana, exigían que las personas privadas de la libertad por motivos políticos, fueran liberadas de forma inmediata. Él fue detenido en junio de 2021.
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En las prisiones cubanas también se encuentra Jorge Bello Domínguez, a quien se le impuso una pena de 15 años de prisión por haber participado en las históricas protestas de julio de 2021.
“Ticay, Valle y Bello no son los únicos periodistas que han sido privados de libertad. Para febrero de 2023, el régimen de Ortega-Murillo excarceló a un grupo de 222 personas que estaban en prisión por motivos políticos, y las desterró hacia Estados Unidos”, destaca Raza e Igualdad.
Pese al exilio, Raza e Igualdad señaló que los periodistas independientes continúan aportando para informar a la ciudadanía.
“A pesar de ello, desde el exilio, las y los periodistas han seguido trabajando, recopilando información sobre las violaciones de derechos humanos, por ejemplo en el caso de Nicaragua, su labor contribuyó a que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la ONU, emitiera un informe contundente en el que calificaba los hechos ocurridos en ese país como crímenes de lesa humanidad”, señaló.