Tomado de El Nuevo Herald
El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez utilizó una cuenta cifrada en un banco offshore en Madeira y una empresa en Panamá para recibir miles de millones de dólares pertenecientes a Petróleos de Venezuela, reportó el diario venezolano El Nacional citando documentos internos de la estatal petrolera.
La operación fue ejecutada por el ex zar de petróleo Rafael Ramírez y la cuenta era controlada por Asdrúbal Chávez, primo del fallecido gobernante venezolano, reseñó la investigación elaborada en base a la examinación de los documentos obtenidos. La investigación determina que al menos $2,500 millones fueron a parar a la cuenta establecida para beneficio de Chávez, quien había lanzado su revolución socialista pregonando que “ser rico es malo”.
“De esta manera, el comandante [Chávez], que… exorcizaba la riqueza como la de un hombre malo, devino en uno de los hombres más ricos del mundo”, resalta la investigación. “Rafael Ramírez fue el pontífice que el comandante escogió para ese sacrosanto ritual de facilitar que Chávez fuera un hombre malo, pero inmensamente rico”.
El origen del robo
El trabajo de investigación no establece el actual paradero de la fortuna, pero develó que su origen proviene de la decisión de exigirles en el 2007 a las empresas petroleras transnacionales que aún aspiraban seguir operando en Venezuela que desembolsaran cientos de millones de dólares para adquirir bonos de la república.
En su momento, Ramírez anunció que Venezuela recibiría además $5,730 millones a través del programa de bonos, el cual era el principal requisito para que éstas pudieran asociarse con Petróleos de Venezuela en nuevos proyectos de exploración y explotación. “No adjudicaremos ningún bloque [petrolero] sin que antes cancelen el bono a favor de la República”, repetía Ramírez.
Los fondos debían ser entregados al Tesoro Nacional, ya que de entregarlos a PDVSA o a otra entidad habría incurrido en una flagrante violación de la ley y al principio constitucional de la unidad del tesoro. La compañía petrolera es un ente autónomo y separado del Estado venezolano y no representa a la República, resaltó el diario venezolano.
Pero Ramírez optó por una forma de pago que era única en la historia de las finanzas públicas, al exigir que los montos fueran depositados en una cuenta cifrada del banco offshore. Entre las transnacionales contactada por Ramirez: Chevron-Texaco, de Estados Unidos; Rosneft, de Rusia; Statoil, de Noruega; Total, de Francia; BP, del Reino Unido; ENI, de Italia; Sinopec, de China, e INE Paria, dijo el diario.
La cuenta
“De acuerdo a lo establecido en el Acuerdo de Pago de Bono, suscrito en fecha 12 de mayo de 2010, esta Segunda Porción debe ser pagada dentro de los quince (15) días calendarios siguientes a la fecha de inicio de la Fase 2 del Proyecto… el depósito de los fondos correspondientes al Pago de Bono de la República se debe realizar: a la Cuenta Número: 36283647 Beneficiario: PT50 0007 0903 0009 5082 00118 Swift: BESCPTPLOSF – BANCO ESPIRITO SANTO, S.A. – MADEIRA BRANCH”, establece uno de los documentos. La cuenta cifrada, no obstante, no estaba a nombre de la República de Venezuela sino una empresa panameña de nombre Commerchamp, en la que aparece como director Asdrubal Chávez.
Aun cuando las compañías desconocían el arreglo con la compañía en Panamá, la instrucción que recibieron de depositar los fondos en una cuenta cifrada de un banco ubicado dentro de un paraíso fiscal debió de encender las alarmas de los departamentos de consultoría jurídica de las corporaciones petroleras. Pero éstas al final concluyeron que la responsabilidad legal recaía sobre los hombros de Ramírez, quien había firmado las instrucciones. La investigación muestra que la cuenta recibió en un momento dado pagos acumulados de más de $2,500 millones. Según los documentos, Rosneft depositó en la cuenta cifrada en Madeira $440 millones; PetroVietnam $500 millones; ENI $646 millones; CNPC $900 millones y Gazprombank $76 millones.
El esquema de asociaciones con las empresas extranjeras que fue utilizado en el esquema de corrupción fue anunciado en un momento dado como el trampolín que debía ayudar al país sudamericano a incrementar la producción de crudo desde los niveles de 3.1 millones de barriles diarios que generaba cuando comenzó la década a más de 5 millones. Ese objetivo, sin embargo, se desvaneció en el marco de la acelerada corrupción y negligencia que caracterizó el manejo del régimen socialista de la industria petrolera venezolana, que quebró las finanzas de PDVSA y terminó recortando la producción del país a menos de 700,000 barriles diarios.
En el más reciente escándalo de corrupción, el régimen ha realizado decenas de arrestos en las últimas semanas de varios funcionarios mientras busca el paradero de más de $3,000 millones que desaparecieron de sus arcas en los últimos meses.