El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, instó a los líderes sociales a no destruirse y a buscar soluciones ante la crisis en Nicaragua.
“Los auténticos líderes, como Moisés, nunca tiran piedras, aunque sí están dispuestos a recibir pedradas. Un buen líder no se molesta ante la crítica, no restringe nunca las libertades para evitar ser criticado, tampoco reprime ni toma represalias contra quienes piensan se expresan con libertad y piensan distinto”, añadió.
Báez reflexionó que el pueblo de Israel, sin darse cuenta habían aprendido del Faraón y que no hay liberación social auténtica cuando reproducimos las antiguas estructuras opresoras.
“No basta liberarse del faraón. Queremos un país libre, aprendamos desde ahora a ser responsables. No hay libertad sin responsabilidad. Cuando se pide libertad hay que tener claro que también se pide responsabilidad. Nunca seremos libres si somos esclavos de ambiciones, mentiras, rivalidades y agresividad. Hay que ser responsables. No seremos libres, mientras llevemos al faraón dentro”, añadió el jerarca.
En ese sentido, llamó a los nicaragüenses a buscar una solución a los problemas tan difíciles que enfrenta la sociedad.
“No siempre es fácil. Hay necesidades, surgen problemas, sentimos cansancio y temor. A veces vivimos momentos tan difíciles que llegamos a pensar que no hay solución posible, que todo esfuerzo es inútil y que hasta Dios parece estar ausente. Sentimos sed y no vemos el agua que pueda saciarnos”, señaló.
Báez consideró que no es fácil emprender la marcha de la libertad y que no es cómodo caminar en el desierto.
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“Tarde o temprano surgen las dificultades, emergen los miedos, perdemos la perspectiva de la meta de la nueva sociedad con la que soñamos, podemos sentirnos confundidos, comenzamos a enfrentarnos entre nosotros y hasta llegamos a pensar que todo ha sido inútil”, refirió.
Al meditar la primera lectura, reiteró el calificativo con el que el Papa Francisco tildó a la dictadura de Nicaragua.
“Al orar, Moisés le dice a Dios que el pueblo ha estado a punto de apedrearlo. Pero, ¿cómo? ¿No es este el pueblo liberado de la esclavitud del Faraón? ¿No había quedado atrás el Faraón, uno de los “guarungos” tiranos de la antigüedad, precursor de los tiranos “guarungos” y criminales de hoy? Egipto y el Faraón habían quedado atrás, pero los israelitas seguían siendo esclavos por dentro, llevaban la violencia en su interior”, dijo.
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Pide oraciones por Álvarez
Al inicio de la eucaristía, Báez pidió a la feligresía sus oraciones por la situación del Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, secuestrado por la dictadura.
“Como todos los domingos, quiero recordar con nostalgia y esperanza a mi hermano obispo Rolando Álvarez, que se encuentra desaparecido por la dictadura sandinista en Nicaragua. No sabemos dónde está ni sabemos en qué situación está. He pedido a la Iglesia en el mundo entero que alce la voz en denuncia”, dijo Báez.
“Les confieso que estoy muy preocupado por Rolando, sobre todo, por los últimos acontecimientos. Es un sucesor de los apóstoles, un hombre justo, inocente y un profeta de Dios. Merece estar en medio de su pueblo”, añadió.