El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez en su homilía de este domingo señaló que los cambios auténticamente democráticos no llegan con diálogos oscuros, realizados debajo de la mesa y a espaldas del pueblo, ni mucho menos negociando la dignidad y la libertad de las personas como si fueran moneda de cambio.
“No debemos permitir que se repita la historia si queremos construir una sociedad nueva y auténticamente democrática”, añadió.
“La mentira es un arma privilegiada de los tiranos. Sus reiteradas muestras de falta de integridad y las muchas promesas que han incumplido en el pasado, nos exigen estar alerta para no caer en la trampa de falsas soluciones que lo único que intentan es asegurar su permanencia en el poder y la continuidad del sistema”, expresó.
“Cambios sociales son lentos”
“Los grandes cambios sociales son lentos y complejos”, señaló Báez.
“Sobre todo cuando se trata de superar tantos vicios sociales y políticos que han dominado nuestra historia, tales como el sometimiento de la ley a las arbitrariedades de los poderosos o la indiferencia de gran parte de la ciudadanía frente a la realidad social y política”, señaló el jerarca.
Báez refirió que cuando las cosas no cambian, se debe tener “paciencia histórica” y no desesperar.
“Hay que perseverar adelantándonos a vivir el ideal de sociedad que queremos conseguir, esforzándonos por liberar nuestros corazones de ambiciones mezquinas y comprometernos en la reeducación de las nuevas generaciones”, añadió Báez.
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Los nuevos Herodes
El religioso señaló que en tiempos del nacimiento de Jesús, el que más temor tenía era el Rey Herodes, el más poderoso. Ante esto, refirió que los tiranos aparentan ser valientes y se presentan altaneros y agresivos, pero son muy miedosos.
“Se sienten continuamente amenazados. Para ellos, los demás, el pueblo entero, incluso los de su círculo más íntimo, son siempre rivales o enemigos contra quienes luchar y a quienes engañar o eliminar”, dijo.
Báez expuso que Herodes y su corte representan ese oscuro mundo de los poderosos donde todo se vale, con tal de asegurarse el propio poder: el cálculo, el cinismo y la mentira.
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“Vale también la crueldad, el terror, el desprecio del ser humano y la destrucción de los inocentes. Los tiranos de ayer y de hoy se disfrazan de defensores de la paz y del orden, pero son crueles y desalmados y, como Herodes, terminan siempre provocando mucho dolor y derramando sangre inocente”, dijo.
El religioso carmelita destacó que como lo hizo Herodes en el pasado, quienes hoy se aferran al poder en forma ambiciosa y enfermiza, también intentan engañar para conseguir sus propósitos malévolos.
“Hay que estar atentos. La mentira es un arma privilegiada de los tiranos. Sus reiteradas muestras de falta de integridad y las muchas promesas que han incumplido en el pasado, nos exigen estar alerta para no caer en la trampa de falsas soluciones que lo único que intentan es asegurar su permanencia en el poder y la continuidad del sistema”, destacó.