El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, se refirió a situaciones difíciles del mundo como la invasión de Rusia a Ucrania, la necesidad de que haya un diálogo y elecciones libres y transparentes; en Venezuela, pero no mencionó la profunda crisis de derechos humanos en Nicaragua.
Biden lanzó una advertencia clara al dictador ruso, Vladimir Putin: «No permitiremos una guerra nuclear», en referencia a una posible escalada de violencia del ejército ruso en Ucrania.
Biden arremetió contra Putin nada más empezar su discurso ante la ONU y le acusó de querer acabar con el «derecho a existir» de Ucrania. «Invadió a su vecino con intención de borrarlo del mapa», aseguró Biden.
En esa línea, acusó a Rusia de haber violado «descaradamente» los principios fundadores de la Carta de la ONU y se refirió al anuncio de movilización parcial inmediata de reservistas a Ucrania que dio hoy el presidente ruso, Vladimir Putin, en su segundo discurso público desde el 24 de febrero, cuando inició la ofensiva.
«El presidente Putin ha hecho amenazas nucleares abiertas contra Europa y un desprecio imprudente por las responsabilidades de un régimen de no proliferación. Ahora Rusia está llamando a más soldados para que se unan a la lucha, y el Kremlin está organizando un referéndum falso para tratar de anexar partes de Ucrania, una violación extremadamente significativa de la Carta de la ONU», denunció Biden.
Pide elecciones diálogo y elecciones libres en Venezuela
Biden también aprovechó la ocasión para a la dictadura y a la oposición de Venezuela, a entablar un diálogo con miras a unas “elecciones libres y limpias». A la vez destacó que “presiones políticas” hicieron que seis millones de personas se fueron de Venezuela por falta de oportunidades, en medio de una profunda crisis económica y social que lleva años.
Biden casi no habló de América Latina al analizar los grandes desafíos que enfrenta el mundo.
Ignoró incluso el asunto de los migrantes, una verdadera papa caliente para los demócratas de cara a las elecciones de mitad de término, programadas para noviembre, que está siendo explotada por los republicanos, quienes enfocan la atención en el asunto enviando migrantes en autobuses a Nueva York y Washington. Muchos de esos migrantes son venezolanos.
Extrañamente el presidente estadounidense no habló del tema de la profunda crisis de derechos humanos, aun cuando el martes aseguró que «no es racional» deportar a Venezuela, Cuba y de Nicaragua, a los migrantes que llegan de esos países, a la vez que afirmó que trabaja con México para frenar el flujo de estas llegadas. Biden asegura que no es racional deportar a nicaraguenses, venezolanos y cubanos.
Hasta ahora los únicos dos presidentes que se han pronunciado sobre la crisis de Nicaragua, han sido el chileno Gabriel Boric y el brasileño, Jair Bolsonaro. Crisis de Nicaragua resuena en Asamblea de la ONU