(Nueva York) Bukele, Giammattei y Castro. Los tres mandatarios centroamericanos que participaron en la primera jornada del período 77 de la Asamblea General de Naciones Unidas el martes, dedicaron gran parte de sus discursos a hacer reclamos velados a Estados Unidos, en exigencia del respeto a la soberanía de sus naciones y se desatendieron de la profunda crisis política que vive su vecina Nicaragua, bajo la bota totalitaria de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
A diferencia de los presidentes de Chile, Gabriel Boric y de Brasil, Jair Bolsonaro, que tuvieron presente la crisis que vive Nicaragua, los tres centroamericanos apartaron la cara. Crisis de Nicaragua resuena en Asamblea de la ONU
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei y la gobernante de Honduras, Xiomara Castro, coincidieron en hacer reclamos a Estados Unidos, sin mencionar directamente a esta nación, que ha criticado lo que considera un debilitamiento de la democracia en el triángulo norte, que parece contagiarse de la deriva autoritaria de Ortega y Murillo en Managua.
Bukele, quien recién anunció que buscará la reelección pese a que la Constitución de su país lo prohíbe y es criticado por un prolongado régimen de excepción para combatir a las pandillas, tomó casi los 10 minutos de su discurso para defender sus acciones y llamar a la defensa de la soberanía de las naciones.
Bukele usó una metáfora de dos vecinos, uno rico y uno pobre, para ejemplificar lo que según él pasa con las críticas que recibe, donde un vecino poderoso no deja que el vecino pobre “mejore y limpie” su casa.
“Piensan correctamente que son dueños de sus países, pero piensan incorrectamente que también son dueños del nuestro», señaló el líder salvadoreño, quien goza de una alta popularidad en su país.
«Y es que un grupo de países poderosos no sólo tienen mucho más que todos los demás, sino que también creen que son los dueños de lo poco que tenemos los países que no somos poderosos”, agregó en aparente referencia a Estados Unidos.
Bukele ha decidido optar por la reelección y mantiene una seria confrontación con organismos de derechos humanos y periodistas críticos de su gestión. Su delegación se ha abstenido de votar en resoluciones de la Organización de Estados Americanos, OEA, que condenan el actuar de la dictadura de Ortega y Murillo.
Giammattei: Muchas crisis por irrespeto a soberanía de los países
El mandatario guatemalteco Alejandro Giammattei se hizo eco del discurso de su colega de Honduras, que reclamó también la defensa de la soberanía de su país. “La soberanía de los estados es fundamental, no importa lo grande o pequeños que sean los países, las relaciones deben estar basadas en tratos respetuosos”, señaló.
Asimismo, indicó que se asoman muchas crisis causadas por el “irrespeto a la soberanía de los Estados”.
Giammattei dijo que la ONU no podrá resolver los conflictos mundiales “si no existe el compromiso de nosotros los representantes de los Estados para respetar el derecho internacional y resolver nuestras diferencias con base al diálogo y la negociación, respetando la soberanía de cada Estado”.
El gobernante de Guatemala, ha mantenido serias diferencias con Estados Unidos, por la inclusión de María Consuelo Porras fiscal general de Guatemala en la Lista Engel, en septiembre de 2021. Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, ella «obstruyó las investigaciones de actos de corrupción al interferir con las investigaciones penales».
El gobierno de Guatemala que es señalado como el responsable de haber encarcelado a José Rubén Zamora, director del diario «El Periódico», por hacer revelaciones de actos de corrupción pública, ha sido fluctuante en la OEA al momento de votar las resoluciones en la OEA relacionadas con la crisis de Nicaragua. En unas ha votado a favor mientras que en otras se abstenido, aunque en noviembre del 2021 fue de los 25 países de la OEA que descalificó los resultados del proceso electoral montado por Ortega para reelegirse con sus verdaderos contrincantes encarcelados.
Xiomara Castro también hizo lo suyo
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que llegó al poder en enero pasado, dijo en su primera vez frente a la Asamblea de la ONU, que los países más poderosos “que se creen civilizados” no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras «y crucificarnos con su inflación una y otra vez.
“Tomo está tribuna para exigir que se nos respete, queremos vivir en paz, no sigan tratando de desestabilizar a Honduras y dictarnos sus medidas o escoger con quiénes debemos de relacionarnos, el pueblo es soberano”, dijo Castro quien responsabilizó a la «dictadura» de 13 años de Juan Orlando Hernández y una «dictadura monetaria» de las caravanas que salen de Honduras hacia Estados Unidos.
Honduras se ha abstenido de votar en las resoluciones relacionados con la dictadura de Nicaragua, tanto bajo el mandato de Juan Orlando Hernández como con Xiomara Castro, que incluso entregó en julio de este año un reconocimiento al tirano Ortega por su apoyo al ex presidente Mel Zelaya, cuando fue sacado del poder en 2009 por un golpe de Estado. Zelaya es el poder tras la sombra en Honduras hoy día en un gobierno caracterizado por el nepotismo al igual que el de los Ortega Murillo.
Bukele, Giammattei y Castro, al parecer se contagian rápidamente siguiendo el mal ejemplo de Ortega y Murillo.