La organización internacional Reporteros Sin Fronteras rechazo la deriva autoritaria del régimen de Daniel Ortega contra los medios independientes.
Dicho pronunciamiento se dio tras el exilio de los trabajadores del diario La Prensa, el cual también fue confiscado por el régimen de Ortega.
“El aparato represivo desplegado por el gobierno de Ortega para reducir a los periodistas al silencio es tan terrorífico, como intolerable. La prensa independiente de Nicaragua está en fase de agonía y las voces críticas con las autoridades desaparecen de forma inexorable”, se lamenta Emmanuel Colombié, director de la Oficina de RSF en América Latina.
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Asimismo, detallaron que entre el 9 y el 25 de julio, los últimos empleados del diario La Prensa abandonaron el país clandestinamente. Por lo que la huida, la totalidad de la redacción del periódico se ve obligada a trabajar desde fuera del país, ante la intensificación de las presiones.
“La labor informativa de La Prensa, uno de los últimos bastiones del periodismo independiente, es vital para la población de Nicaragua. RSF ofrece todo su apoyo a la redacción del periódico y al conjunto de la prensa nicaragüense, víctima de la dramática y patética deriva autoritaria del presidente Ortega”, añadió Colombié.
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Además, señalaron que debido a la intensificación de las presión, el pasado 6 de julio policías una periodista, un fotógrafo, un auxiliar administrativo y dos conductores, cuyos nombres no pueden ser expuestos para no agravar su situación. Por lo tanto, los otros trabajadores tuvieron que huir a tiempo para evitar ser encarcelados, mientras la policía allanaba sus viviendas.
“Posteriormente, se vieron obligados a huir de forma clandestina del país. Este nuevo episodio, uno más de la larga serie de persecuciones de Daniel Ortega contra La Prensa, se ha saldado con el exilio forzado de los últimos periodistas y colaboradores del periódico”, asegura el organismo.
Desde el pasado 13 de agosto de 2021, el local que alberga la sede de La Prensa en Managua fue cerrado arbitrariamente por la Policía Sandinista y su gerente general, Juan Lorenzo Holmann Chamorro fue encarcelado y condenado a 9 años de prisión, por el supuesto delito defraudación aduaner