A diez días de las elecciones generales de Nicaragua, el ambiente en las calles es frío, a diferencia de los comicios celebrados anteriormente. En entrevista con Café Con Voz, el exdiplomático y analista político Edgar Parrales, aseguró que esto se debe a la apatía de la población al proceso electoral, que ha sido ampliamente cuestionado por no gozar con las garantías mínimas.

“Como todo mundo está entendido que esto es una farsa y que de todas formas Daniel Ortega va a salir ‘electo’, entonces la gente está actuando con indiferencia. La gente dice que para qué va a votar si no tienen candidato”, expresó.

Parrales consideró que el ambiente frío y apático alrededor de las elecciones, no puede atribuirse a la pandemia de la Covid-19.

“Hay formas en las que se pudiera manifestar el ambiente electoral, por ejemplo en las emisoras, en la televisión, en los parlantes en las calles, pero no hay nada. Esto es casi como estar en un cementerio, un funeral. No hay ambiente de elecciones”, expresó. Urnas Abiertas evidencia circo electoral y exhorta a reprogramar comicios

La oposición está comprendiendo la importancia de unificarse

A criterio del ex diplomático, pese a los encarcelamientos y a la represión, la oposición nicaragüense está emprendiendo esfuerzos para unificarse en el exilio.

“La oposición se mantiene firme. Puedo decir que cada día que pasa la oposición va entendiendo la importancia de unirse y se van dando oportunidades de acercamiento. Las diferencias se han dado por posiciones ideológicas o de intereses económicos”, explicó.

Régimen puede manipular votos nulos en «elecciones»

A criterio de Parrales, en las elecciones montadas por Ortega, no hay garantías de respeto ni siquiera a los votos nulos, ya que estos pueden ser manipulados por los fiscales, que en su mayoría, serán afines al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

“Pueden inventar boletas, pero cuando se vea el panorama en que las puertas están cerradas, las calles están vacías, que la gente no sale de sus casas y que hay un ambiente sepulcral, todo el mundo estará convencido de que no hubo una votación masiva y que hubo un fraude. Se confirmará una vez más que la voluntad del pueblo fue burlada”, explicó.

La Iglesia busca actitud de diálogo

Al ser consultado sobre el rol de la iglesia católica, el Papa Francisco y el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, Parrales expuso que la institución religiosa ha tomado una actitud de búsqueda de diálogo, aunque no se haya conseguido con el régimen de Ortega.

“La jerarquía católica no puede decir públicamente a la gente que no vote, porque estaría hablando partidariamente. La iglesia tiene que ser cuidadosa. Dice que lo dejan a la conciencia de cada quien pero por otro lado, ilumina esa conciencia”, dijo Parrales.

También consideró que en este momento no le favorece al régimen de Daniel Ortega, una ola de capturas a líderes religiosos que han alzado su voz criticando los actuales comicios.

Por otro lado, al ser consultado específicamente sobre el papel de Waldemar Sommertag, el exdiplomático expresó que su postura obedece a normas diplomáticas y que en su figura de representante del Estado Vaticano, no puede ponerse a favor ni del régimen ni de la propia iglesia católica.

“El nuncio es un diplomático representante del Estado vaticano ante el Estado de Nicaragua y al mismo tiempo, es un representante del Papa en calidad de Jefe de Estado ante la jerarquía católica. Si hay un choque entre el gobierno y la Iglesia, el nuncio no tiene la capacidad para ponerse del lado de una de estas instancias”, añadió.

¿Ortega pretende volver a antes de 2018?

A criterio de Parrales, luego que Ortega se proclame ganador de los comicios, buscará legitimidad a través de un diálogo con partidos políticos y sectores sociales, todos ellos, afines o vinculados con el partido en el poder.

“Ortega va a ganar las elecciones, pero la comunidad internacional lo va a declarar ilegítimo. Él necesita certificarse. Está dando pasos preparatorios para el supuesto diálogo que quiere montar, que no va a ser diálogo, sino un mamotreto”, explicó.

Por esta razón, considera que Ortega capturó a Michael healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada Cosep, a la vez que presionó para que la presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua, Canatur, Lucy Valenti, dejara su cargo.

“Ahora lo que pretende es quitar del Cosep a gente que le hace resistencia y poner a gente que sea favorable. Se habla que el señor (César) Zamora es afín, porque cuando se dio la iniciativa del Gran Canal, no solamente lo celebró, sino que integró la Comisión Especial de Nicaragua que viajó a China”, añadió Parrales.

Zamora también se ha manifestado en contra de las sanciones que se han realizado en contra de representantes de la dictadura, incluyendo Rosario Murillo, consorte de Ortega y cuatro de sus hijos.

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